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Los partidos políticos llenan España de tontos, mediocres e ineptos



Designados a dedo por los partidos políticos, miles de tontainas están dirigiendo España sin tener preparación ni para dirigir un kiosco de chuches. El país está lleno de tontos porque a los miles que hay en la política hay que agregar los millones de tontos cobardes de la ciudadanía, que los soportan sin rebelarse. Zapatero, uno de los políticos con más fama de inepto en la Historia de España, dijo un día: "Estoy muy a gusto y muy tranquilo porque tenemos un Rey bastante republicano". Mariano Rajoy, que tampoco es un lumbreras, dijo otro día: "Vamos a ver, eeeh, uuum... ¿Medidas para crear empleo? Bueno, la verdad es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra".

Son sólo dos ejemplos, pero de alto nivel, que demuestran que España está inundada de tontos y que algunos incluso ocupan la cúspide del poder, con atribuciones para arruinar la vida de los españoles.

La proliferación de tontos en España es sublime, pero en la política ya no caben más.
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Dos "tonterías" políticas de ayer: Tania Sánchez rinde homenaje a las "abogadas" asesinadas de Atocha, cuando los muertos fueron todos hombres. El alcalde podemita de Zaragoza, Pedro Santisteve, acaba de pedir "una academia militar no militarista". Semejante estupidez dicha por todo un alcalde de una de las principales ciudades de España no es más que consecuencia de que los partidos políticos españoles están llenando el país de ineptos y mediocres con poder, una "fechoría" irresponsable que causa estragos en la economía, la cultura y la vida de la nación.

Ante tantas estupideces y meteduras de pata protagonizadas por políticos, se está poniendo de moda el dicho de que "En España no cabe un tonto mas".

La generalitat catalana, a la que podrían dar el premio nobel de la imbecilidad por arruinar Cataluña con la estúpida cruzada en favor de la independencia, que ahuyenta a las empresas y al dinero, estuvo pagando ayudas a miles de marroquíes que residían en Marruecos. La presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, puso como ejemplo el acuerdo de paz de Colombia para lograr pactar con España el referéndum catalán. Sin el menor rubor, comparó la situación de Colombia, desangrada durante más de 50 años por una guerra civil entre militares, paramilitares y grupos terroristas como las FARC, con la pacífica España.

No hace mucho me encontré con un conocido al que el gobierno andaluz había puesto al frente de un importante iniciativa turística. Le pregunté ¿Y tu que sabes de turismo?, a lo que me respondió: "De turismo no sé nada, pero del PSOE me lo sé todo". La inundación de tontos con responsabilidades públicas en Andalucía es una plaga peor que el ébola.

Hace un año publiqué en este mismo blog un artículo titulado "¿Es Pedro Sánchez más tonto que Zapaterio? y tuvo tanto éxito que lleva casi 300.000 lecturas.

Los partidos políticos españoles, que ya de por sí son fábricas de mediocres porque en su seno no cabe el debate libre, la gente se tiene que guardar sus propias ideas y el sometimiento al lider sustituye la libertad y la iniciativa, agravan su labor colocando "a dedo", a miles de tontos sumisos y mediocres disciplinados al frente de presidencias autonómicas, ministerios, consejerías, alcaldías e instituciones de todo tipo, sin contar a los numerosos atolondrados confusos que se sientan en el Congreso y el Senado sin poder exhibir otro mérito que ser "leales" a sus partidos y sumisos ante el líder que los designa.

Para ser presidente del gobierno, ministro, presidente autonómico o alcalde se exige en España menos que a una secretaria de dirección, a la que al menos se le piden idiomas y algunas habilidades. Para ser ministro sólo hay que ser amigo del presidente, sin que sea necesario tener título académico superior, idiomas o experiencia en la vida profesional.

Hay miles de altos cargos políticos en España que sólo han conocido la vida dentro de sus partidos, sin haber logrado nada en sus respectivas profesiones, sin ni siquiera haber trabajado en una empresa. Esos mediocres son los que dirigen el país y los estragos que causa su ineptitud son terribles y escandalosos.

La andaluza Susana Díaz, máxima esperanza del PSOE, lo que implica que un día podría ser la presidenta de todos los españoles, tardó diez años en terminar su carrera y no ha tenido otra vida laboral que la desarrollada en el PSOE. Pero Patxi López, su oponente para dirigir el PSOE, sólo logró terminar el primer curso de su carrera universitaria y, desde entonces, vive de la política, como si la política fuera una carrera y no un servicio.

Los expertos constatan que el nivel profesional, intelectual, humano y ético de la clase política española no para de descender, año tras año. Antes los ministros exhibían grandes expedientes académicos y carreras brillantes, pero ahora el nivel es espantoso, en muchos de los casos. En los gobiernos autonómicos, el avance de la mediocridad es galopante, hasta el punto de que ya es difícil encontrar entre los consejeros a personas bien formadas y con titulaciones superiores. El avance de los que no tienen otra profesión que la de político es espectacular. Esos jóvenes que entraron en la política con sus carreras recien terminadas o a medio hacer, deslumbrados por el dinero y las pantallas que acompañan a los políticos, están ya gobernando los partidos y la nación. No tienen ni idea de como se crea empleo o de como se construye una empresa, pero saben hablar y mentir a la perfección y, maestros en la adulación, el sometimiento al líder, las cuchilladas y la corrupción invisible, están preparados para destacar en política.

¡¡¡ Que Dios nos coja confesados !!!

Francisco Rubiales

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Jueves, 26 de Enero 2017
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