Información y Opinión

Los ciudadanos deben elegir la letra del himno nacional de España





No me gustaba la letra, pero, al enterarme que la han criticado Llamazares y Carmen Calvo, la he vuelto a leer y hasta la he cantado, descubriendo que empieza a gustarme.

Reconozco que tengo la tendencia a pensar que lo que algunos políticos rechazan suele ser bueno para el pueblo y para la libertad. En el caso del himno, no me cabe duda de que los políticos prefieren el vergonzoso "la la la" vigente, un himno sin letra mejor que con una letra que comprometa, al igual que prefieren una democracia sin ciudadanos, unos programas electorales que no se cumplan, una política sin compromisos y una cultura sin verdades ni certezas. Cuanto más confusión y vacío exista, más prevalecerá el poder del Estado, que es lo que a ellos les interesa.

Cuando he escuchado a la "Vice" María Teresa afirmar que la letra del himno nacional de España deben aprobarla los políticos, a los que ella llama "representantes de la soberanía nacional", es cuando me he convencido de que la nueva letra, revelada hoy por el ABC, debe ser aceptada y asumida por los españoles y que, en cualquier caso, debería ser la sociedad civil española, mejor que los políticos, quien se responsabilice de encontrar una letra para esa canción colectiva de los españoles. No veo a los nacionalistas vascos y catalanes, que también son representantes de la soberanía, decidiendo sobre el himno de España. No creo que los del PP y los del PSOE sean capaces de ponerse de acuerdo en una letra. Me daría asco contemplar como se pelean entre sí también por la letra del himno. Creo, sinceramente, que no están a la altura.

Estoy hasta los c... (narices) de ver a los representantes de la soberanía nacional en todas partes, incluso donde les está prohibido entrar en democracia, en la sociedad civil, que en una democracia auténtica deberia funcionar al margen del Estado y sirviendo como contrapeso del poder político.

Sin embargo, la sociedad civil, en esta degradada democracia española, está lamentablemente ocupada por la política y ha quedado reducida, vergonzosamente, a "estado de coma" por el insaciable intervencionismo del Estado. Todos los santuarios civiles están ocupados o controlados por la política, desde las universidades a las religiones (salvo la católica, a la que hostigan para someterla), desde los sindicatos a la patronal, sin olvidar las cajas de ahorro y, en gran medida, los tribunales y muchas empresas, fundaciones, clubes, asociaciones y hasta cofradías.

Este país, para que llegue a ser una democracia real, necesita menos "representantes de la soberanía popular" y más ciudadanos y sociedad civil en los procesos de toma de decisiones.

España empieza a necesitar una "Perestroika" que nos desintoxique de políticos y otorgue al ciudadano el protagonismo que le corresponde, con la misma urgencia que la necesitaba la URSS en tiempos de Gorbachov. Este país necesita que el Estado, enfermo de obesidad mórbida, se ponga a dieta y adelgace para dejar espacio y aire a los ciudadanos y a la iniciativa privada.

Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón.

¡Viva España!
Desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad.

Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad.

Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz.


   
Sábado, 12 de Enero 2008
Artículo leído 2471 veces

También en esta sección: