Información y Opinión

Los 'cipayos' de Izquierda Unida





Izquierda Unida se ha convertido ya, descarada y tristemente, en una "segunda marca" del PSOE, en un partido "cipayo" que se mantiene vivo gracias al voto fiel de los antiguos comunistas y de los desconcerttados naufragos del izquierdismo, pero que se hunde cada día más en la derrota porque, sin otra ideología que el culto al poder, despliega políticas tan absurdas e incomprensibles como el apoyo al independentismo extremo en Cataluña y el País Vasco, mientras apuntala y hace la pelota en Andalucía a un PSOE apalancado en el poder y transformado ya en todo un "régimen".

Al igual que muchos de sus "colegas" socialistas, han cambiado la utopía por la nómina, la tarjeta Visa y el coche oficial. Son capaces de colaborar con todos, sin que las ideas importen mucho, y lo han demostrado al aliarse con el PP, con el PSOE, con los nacionalistas y hasta con los representantes políticos de ETA. Les gusta el poder como a nadie, pero justifican su obsesión por las alturas afirmando lo mismo que decía Lenin, que sólo desde arriba puede transformarse la sociedad con eficacia.

Pero lo cierto es que Izquierda Unida es ya un residuo en decadencia, un conjunto de grupos minúsculos a los que no les une otra cosa que la conquista del privilegio, dirigidos por gente capaz de todo, desde predicar el separatismo y el nacionalismo extremo en vascongadas y Cataluña hasta actuar como "domésticos" del ultraconservador PSOE andaluz, el partido que ha convertido la permanencia en el poder en un método casi científico.

En las recientes elecciones autonómicas y municipales del 27 de mayo han dado un nuevo paso hacia el abismo de la desaparición, a donde se dirigen lenta y tristemente, con paso firme y en línea recta.

Los tiempos en que Izquierda Unida eran la referencia obligada para encontrar ética y principios en la izquierda española ya son un recuerdo.


   
Jueves, 7 de Junio 2007
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