Información y Opinión

Las ratas promueven el odio en Cataluña





La polémica sobre el Estatuto está sacando a las ratas catalanas de las cloacas. Antiespañoles que han permanecido ocultos o agazapados durante años, porque convenía a su negocio o a sus privilegios, ahora salen impulsados por el odio. Ese parece ser el caso de Ramón Bagó, de 75 años, ex político y empresario, presidente del primer grupo turístico catalán, Serhs, y del Salón Internacional de Turismo de Cataluña, cuyas palabras, peligrosas y probablemente delictivas, dichas en público, hieren la armonía, la convivencia, la paz y la justicia:

«Tenemos al enemigo dentro de casa. Cómo podemos aguantar a estos del PP, cuando nos han pisoteado... habría que matarlos a todos».

Bagó, ex alcalde de Calella, ex director general de Turismo de la Generalitat con Jordi Pujol, y Cruz de Sant Jordi de la Generalitat, pronunció esas palabras la noche del jueves en una asamblea preparatoria de los referendos por la independencia que se celebrarán en 161 municipios a partir del próximo 13 de diciembre.

Nuestra opinión es que existen en Cataluña demasiadas ratas hipócritas que alimentan a diario su odio antiespañol y que, para alimentar el odio colectivo, fabrican y difunden argumentos falsos. tergiversan la historia y mienten. Gritan ante sus conciudadanos que Cataluña podría ser más rica si no tuviera que "mantener" a regiones de España que constituyen un lastre, argumento tan insolidario y arrogante como mendaz, que olvida que los productos catalanes son masivamente vendidos en España y adquiridos por esos españoles que ellos despreciam. Ignoran que hay en España otras regiones tan ricas o más que Cataluña que contribuyen a la solidaridad sin odio ni reproches, como Madrid y la Rioja, entre otras. Olvidan también que muchas de las plusvalías generadas por España fueron invertidas en Cataluña durante el pasado siglo y, especialmente, durante el Franquismo, lo que contribuyó, de manera sustancial, a la industrialización y riqueza de Cataluña. También ocultan que la pésima imagen que Cataluña tiene en el resto de España es la consecuencia de la insensatez y la ofensa permanente de las ratas antiespañolas, no, como ellos dicen, del odio antcatalán. La verdad cruda es que el noble pueblo catalán ha sido la pobre víctima de un nacionalismo radical, político y cultural, que les ha contagiado su vileza, su mentira y su odio antiespañol.

Ellos, los promotores de la mentira nacionalista y del odio, sí son el verdadero "enemigo dentro" de España, portadores del odio y contaminadores de la paz. Ellos, por la obra de odio y rencor que construyen y por su labor diaria, destructora de la unidad y contraria a la convivencia y la armonía, sí son auténticos merecedores de nuestro desprecio y reproche.

Cataluña, dominada por unnacionalismo que ha infectado también a partidos teóricamente universales como los de la izquierda socialista y comunista, se está convirtiendo en un territorio infectado de corrupción, mal gobierno y odio, sentimientos y rasgos que le condecen, inevitablemente, hacia el empobrecimiento, el aislamiento y, lo que es peor, hacia el envilecimiento.

Algunos políticos catalanes están contrayendo una durísima responsabilidad histórica porque, en lugar de impulsar en su pueblo valores positivos como la solidaridad, la cooperación y la convivencia, básicos para la paz y la armonía, promueven y alimentan el victimismo, la mentira, el odio, la desigualdad y el rencor, semillas de la desunion y la violencia. Ahora, al calor del Estatuto, atiborrados de nervios y de miedo a perder sus privilegios y ventajas, sin ni siquiera esperar que la Justicia se pronuncie, las ratas empiezan también a propagar el asesinato, como acaba de hacer Ramón Bagó, aunque todavía sea en tono jocoso.


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Lunes, 30 de Noviembre 2009
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