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La “violencia sanchista” es peor que la “violencia machista”



En España se habla mucho de “violencia machista”, pero no se habla de la “violencia sanchista”, más grave y dañina, que se ejerce contra España, la democracia y el bien común cuando se indulta a delincuentes, se protege a los okupas, se facilitan los delitos de corrupción, se destruye a la clase media y se mal gobierna con totalitarios.

El asalto al Tribunal Constitucional que realiza en estos días el gobierno de Pedro Sánchez es "violencia sanchista", como también lo han sido decenas de abusos, arbitrariedades y puñaladas a la Constitución y a la decencia perpetrados por el sanchismo.
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La peor de las violencias sanchistas ha sido, sin duda, la estafa a los españoles que ha hecho el gobierno al hacer justo lo contrario de lo que prometió a sus votantes. Cuando un gobierno hace lo contrario de lo que había prometido a sus votantes que haría, no sólo estafa al pueblo, al que sojuzga, sino que ejerce una violencia que anula la legitimidad.

La "violencia machista" produce algunas decenas de crímenes al año, pero la "violencia sanchista" está generando daños terribles en la sociedad española, entre ellos el desencanto ciudadano, odio a la clase política, ruina económica, extinción de las clases medias, rotura de la unidad nacional, desigualdad en el trato a las regiones y una cascada de daños colaterales como son el incremento de los suicidios, la pérdida de calidad en la enseñanza y la salud y el hundimiento de los valores fundamentales que sostienen la sociedad.

La estafa a los ciudadanos que está protagonizando Pedro Sánchez es violencia pura y uno de los crímenes más letales contra la democracia. El pueblo, al sentirse estafado por el gobierno, rechaza la democracia como sistema y se inclina hacia soluciones extremistas. Estafar al pueblo equivale a atacarlo y violentarlo.

La hemeroteca está para destapar toda la bajeza de la estafa sanchista, que prometió a los ciudadanos, para que le votaran, que endurecería el delito de sedición, pero lo ha eliminado, que fortalecería la democracia, pero la está asesinando a puñaladas, que lucharía de manera implacable contra la corrupción y ahora despenaliza la malversación, generando una sucia impunidad en la clase política, que nunca pactaría con BILDU, pero lo ha hecho, que no gobernaría con Podemos, un partido que ahora se sienta en el Consejo de Ministros, y un largo etcétera de mentiras y engaños que han prostituido su campaña electoral y convertido en una estafa gigantesca su gobierno.

También dijo que sería implacable con los independentistas y que endurecería los delitos de sedición y rebelión, pero ahora los indulta, los mima y los beneficia. mas que a los que se mantienen en la lealtad y la decencia.

El recurso constante a la mentira y la compra masiva de medios de comunicación y de voluntades con dinero público también son violencia contra el pueblo, al que priva de conocer la verdad, todo un derecho sagrado en democracia. Cuando Sánchez apaga las luces de la información veraz, manipula y engaña con la ayuda de sus medios comprados y periodistas sometidos, está ejerciendo una violencia miserable y sucia contra la salud del pueblo.

En términos políticos y estadísticos, matar a la verdad y a los grandes valores, como está haciendo el sanchismo, es más trascendente que la violencia de género y produce más daños y muertes.

Esos medios comprados hablan a diario de la violencia machista y convierten cada asesinato de una mujer en una tragedia, al mismo tiempo que ocultan los asesinatos de hombres por sus parejas femeninas y los grandes pecados del sanchismo, como son su sometimiento a los golpistas e independentistas, sus mentiras y su demolición continua de la democracia.

Sánchez es un estafador consumado y sin escrúpulos y él lo sabe y por eso teme que se hable de ese asunto porque constituye su peor mancha y su más sucio estigma antidemocrático. Estafa y ejerce violencia no sólo cuando hace lo contrario de lo que prometió a sus votantes, sino también cuando asalta el poder judicial para controlarlo y cuando coloca cargas de dinamita en los cimientos del orden constitucional español para cambiar el país y crear una tiranía en la que él sería el amo permanente.

¿Cabe una violencia mayor y mas trascendente en política que cambiar un país y liquidar su democracia en contra de la voluntad de sus ciudadanos?

Francisco Rubiales

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Martes, 27 de Diciembre 2022
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