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La verdad desnuda: España ha sido humillada y rescatada



El aplauso con el que el gobierno ha recibido a Pedro Sánchez era una operación cosmética e hipócrita que pretendía ocultar la derrota en toda regla sufrida por España en Europa, a donde acudió exigiendo solidaridad generosa y regresó admitiendo un humillante rescate encubierto que incluye tutela internacional y pérdida de soberanía.

Europa ha demostrado que no se fía de Pedro Sánchez, a quien ha hecho pagar su despilfarro, fracaso económico, mentiras, falsificaciones de datos, engaños y el profundo divorcio existente entre su gobierno y la mayoría del pueblo español.
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Muchos expertos, medios y analistas lo habíamos advertido con tiempo, pero el gobierno, arrogante y torpe, nuncá rectificó y siguió avanzando hacia el abismo
Para un gobierno como el de Sánchez, arrogante y mentiroso, admitir que España está tan mal que ha tenido que ser rescatada por sus socios europeos es todo un fracaso insoportable. Sánchez, siguiendo en su línea habitual de mentiras y engaños, ha decidido hacer pasar la derrota por victoria y ya ha dado las instrucciones precisas a sus ministros, a los medios de comunicación sometidos y al ejército de paniaguados subvencionados que le siguen y votan, todos ellos motivados por el reparto del botín del dinero público.

En España los medios sometidos ocultan los controles impuestos por Europa, que son duros. El gobierno de Sánchez quiere mentir de nuevo y presentar como un éxito lo que es un rotundo fracaso. Sin embargo, basta analizar las condiciones y la letra pequeña del pacto alcanzado en Bruselas para descubrir que Europa no se fía de la España de Sánchez y que ha decidido detenerla y encarcelarla.

Las condiciones impuestas son de gran dureza, hasta el punto que cualquier país europeo puede paralizar la entregas de dinero si sospecha que el gobierno de Sánchez está mintiendo o empleándolo mal.

Los países remitirán sus planes a la Comisión, donde tendrán que ser aprobados también por una mayoría cualificada de los veintisiete países. Después, a la hora de autorizar el desembolso de cada tramo de ayuda, si un país o varios tienen dudas, podrán elevar la cuestión a una cumbre de líderes, con lo que el pago se paralizará hasta que lo hayan abordado y autorizado. La vigilancia a España se convierte, de hecho, en una política oficial de la Unión y la desconfianza hacia el socio del sur en una línea de comportamiento europea.

Van a vigilarnos y revisarnos y tienen que aprobar en que se gasta cada euro. Veremos lo que llega y a que se puede destinar y veremos también si en Europa aprueban los programas del gobierno social comunista de España, que crea rechazo y despreció en la Europa democrática y cada día más en la misma España.

La dureza del holandés Mark Rutte hacia España e Italia ha calado en Europa y la desconfianza hacia esos países se ha extendido como una mancha de aceite. De Italia se rechaza la presencia en el poder del movimiento "5 estrellas" y en España repugna el comunismo que Pedro Sánchez ha incorporado al gobierno, convirtiendo a su líder, Pablo Iglesias, en vicepresidente. Y eso que el acuerdo final es menos duro de lo que los países frugales deseaban porque al final Alemania hizo valer su peso y, unida a Francia, rebajó las dramáticas y humillantes exigencias que querían imponerse.

España se ha convertido en un país "rescatado" y “tutelado”, pero eso lo ocultan los que nos gobiernan, sus medios de comunicación comprados y sus amigos y socios corruptos y paniaguados.

Los grandes medios de comunicación y numerosos expertos y analistas internacionales no tienen duda: lo que Europa ha impuesto a España es un “rescate” duramente "tutelado" y "vigilado". En todos los grandes medios internacionales se puede leer, ver o escuchar la verdad del duro rescate, salvo en España, donde la mentira sigue amparada por el gobierno.

Por mucho que lo oculten, el de España ha sido un "rescate" como el de Grecia en 2008 o quizás más duro porque además de enviar a los hombres de negro, la vigilancia y el control será total y colectivo, ejercido por todos y cada uno de los europeos.

Una verdadera vergüenza que debería ser la puntilla para el gobierno más torpe, inepto y arrogante que ha tenido España desde el siglo XIX, cuando perdimos los restos del imperio.

Francisco Rubiales



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Jueves, 23 de Julio 2020
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