Información y Opinión

La mentira puede echar a Zapatero del poder





Igual que en 1996 el PSOE perdió el poder porque la sociedad española asumió que el gobierno de Felipe González era corrupto y se había internado en ilegalidad con el terrorismo de Estado GAL, ahora, en el 2008, arriesga ser nuevamente expulsado del poder porque la sociedad española está asumiendo la imagen de un gobierno mentiroso y falso.

La más obscena mentira de Zapatero fue cuando después del atentado de Barajas prometió que nunca más negociaría con ETA, cuando ya preparaba la próxima cita con los terroristas. Sus últimas y más recientes mentiras fueron lanzadas ante más de doce millones de españoles, en el primer debate con Rajoy, cuando aseguró desconocer el famoso Pacto del Tinell, un contubernio de socialistas y nacionalistas para impedir el acceso del PP al gobierno, y cuando sacó un increible gráfico que mostró a la audiencia mientras repetía que durante su gobierno el precio de la vivienda en España había descendido, toda una falsedad captada al instante por unos ciudadanos, que saben bien que el precio de la vivienda no ha dejado de crecer en los últimos años.

A las comprobadas y reconocidas mentiras de Zapatero se agregan ahora las de su ministro del Interior Rubalcaba, que se suman a las sospechas de mentiras reiteradas de otros muchos personajes del poder, entre ellos los ministros Bermejo, que justificó el obsceno y opulento gasto en la reforma de su piso de lujo hablando de una más que dudosa fuga masiva de agua, que no conocen ni los peritos reparadores ni sus vecinos, y el flamante ministro Bernat Soria, que ni siquiera ha sentido rubor al descubrirse y demostrarse que mintió al agregar méritos falsos en su propio curriculum.

Tres días después del atentado en la T-4 de Barajas, Rubalcaba afirmó que el proceso de negociación estaba "roto, liquidado y acabado". Mintió porque fue precisamente él quien se reunió en Madrid, a comienzos de 2007, con los mediadores de Henri Dunant para desbloquear la reanudación de las conversaciones con ETA. El mismo que pedía tras el 11-M un "Gobierno que no mienta" ha quedado retratado en su patológica afición por la mentira.

Me consta que existe preocupación entre algunos socialistas todavía no envilecidos ante el abuso del engaño que practica el actual gobierno y en el riesgo de que la sociedad asuma con plenitud que el socialismo actual, comandado por Zapatero, practica la mentira como método de gobierno y como recurso de poder.

La ignorancia y la mentira nublan la razón y envilecen al hombre, el cual, para razonar, debatir, dotarse de leyes justas, convivir en armonía y adoptar decisiones correctas en democracia, necesita conocer la verdad y estar bien informado. El poder, cuando es arbitrario y sin escrúpulos democráticos, aplica la receta "mágica" del engaño y aumenta las dosis de mentira y narcótico a la población. Confía en que al hacerla cada día más estúpida, la hace también incapaz de rebelarse. Piensan las élites dominantes que si la gente confunde lo real con lo virtual y pierde la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira, también perderá el impulso por transformar el mundo y así la rebeldía dejará de tener sentido.


   
Viernes, 7 de Marzo 2008
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