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La evasión de impuestos en España es una popular y eficaz forma de protesta contra los políticos



En el mundo se sorprenden de que España, a pesar de tener tipos impositivos muy altos, sea de los países que menos recaudan. Ni el gobierno ni los expertos saben por que el fisco no funciona en España y, para solucionar el problema, pretenden poner en marcha una profunda reforma fiscal en 2015. Sin embargo, esa reforma tampoco va a funcionar porque la evasión fiscal es en España una forma sofisticada y avanzada de "venganza" contra políticos y gobernantes, a los que ni se respeta, ni se aprecia. No pagar impuestos en España, un país minado por la corrupción y el abuso y con su clase política desprestigiada y despreciada, es una forma de resistencia. Expertos como Manuel Lagares, uno de los que estudian el nuevo sistema fiscal, deberían recomendar al gobierno que abrace la democracia y se reconcilié con los ciudadanos, si es que de verdad quiere recaudar eficazmente.
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De toda Europa, solo los suecos tienen impuestos mas elevados que los españoles, pero, a pesar de ello, en España apenas se recauda y nuestros niveles de recaudacion estan por debajo hasta de Grecia y Chipre, cercanos a los de Rumania y otros paises depauperados y desorganizados del Este europeo.

Los expertos tributarios pueden discrepar en las medidas que precisa actualmente España, pero todos coinciden en un punto: el sistema tributario no funciona y es ineficiente. El boom inmobiliario camufló durante años las debilidades que presenta un modelo tributario caracterizado por unos tipos impositivos muy elevados y una baja capacidad recaudatoria. En 2012, los ingresos públicos en España representaron el 36,4% del PIB, diez puntos por debajo de la zona euro. Incluso Grecia recauda más (44,7%). En términos de ingresos, España está más cerca de países de Europa del Este que de los Estados de la vieja Europa.

La ineficacia del sistema fiscal español es tan alta que resulta incomprensible. Chipre, considerado como un paraíso fiscal, tiene un impuesto de sociedades del 10 por ciento, mientras que España mantiene un descomunal 30 por ciento, a pesar de lo cual recauda tres veces menos que el gobierno chipriota.

Y la razón de todo este drama fiscal no es únicamente un sistema poco eficiente, sino un serio divorcio entre el gobierno y los ciudadanos, para los que no pagar es ya una forma de resistencia frente al abuso de poder y la corrupción generalizada. El engaño de Rajoy, que prometio bajar los impuestos y que despues los subió, frustrando a millones de sus votantes, no solo le ha arrebatado la legitimidad, por haber llegado al poder mediante estafa, sino que ha enfurecido a millones de ciudadanos, que han decidido boicotear al fisco.

Los tiempos en que pagar impuestos era considerado un deber en democracia han pasado a la historia de España porque los políticos, con sus privilegios, abusos y corrupciones, han matado a la gallina de los huevos de oro y la gente, antes generosa y cívica, hace ahora todo lo posible por no entregar su dinero a tipos de los que no se fía y a los que no aprecia ni respeta. En España, Hacienda ya no "somos todos".

Hace mucho que la eficacia recaudatoria en España se basa sólo en el temor a las sanciones, pero hay muchos trucos y subterfugios para pagar menos, desde repartirse el dinero en las empresas para que los balances no arrojen beneficios hasta negociar en negro y practicar la economía sumergida. Los únicos que lo tienen más difícil son los trabajadores con nóminas, a los que Hacienda exprime sin contemplaciones, creando una creciente y peligrosa masa de enemigos de la clase política.

La verdad es que el panorama fiscal en España es terrible porque nadie se fía de que su dinero vaya a ser utilizado de manera decente por unos partidos políticos que se reparten sobres ocultos desde hace décadas, como ocurre en el PP, o que roban el dinero del empleo en sucios y mafiosos EREs, que enriquecen a chorizos y protegidos del PSOE.

Más que cambiar el sistema impositivo, lo que España necesita es cambiar a sus políticos e instituir una democracia que hoy esta aplastada por la marginacion de los ciudadanos, la corrupcion politica e institucional, los abusos del sistema financiero, la impunidad practica de los poderosos, el excesivo poder de los partidos y el incumplimiento de todas las normas básicas del sistema, incluyendo una ley que sea igual para todos y la vital separación de los poderes del Estado.

¿Alguien cree que aquellos que han sido estafados con las participaciones preferentes están dispuestos a pagarle impuestos a Rajoy? España esta llena de víctimas indignadas por los abusos de una clase política deplorable, a la que muchos ciudadanos aprenden a odiar.

Con el Fisco ocurre algo parecido que con la economía, donde España, más que una reactivación necesita una regeneración que acabe con el insostenible gigantismo del Estado, la irracionalidad de las administraciones y los abusos y los vicios de la cada día más odiada clase política.


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Martes, 5 de Noviembre 2013
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