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La ciudadanía española demócrata y decente debe forzar el castigo de Pedro Sánchez



Castigar en lugar de premiar a un dirigente tan dañino para España y tan enemigo de la democracia y la decencia como Pedro Sánchez es cuestión de vida o muerte para toda sociedad que quiera ser decente, próspera y digna. Si un tipo que ha gobernado utilizando la mentira, el engaño, el despilfarro, la opacidad, el endeudamiento y todo tipo de suciedades, causando a España una catarata de daños, muchos de ellos irreparables, no es castigado como merece, el pueblo entero se hace cómplice y se llena de lodo y oprobio.

Castigar a Pedro Sánchez por sus actos es un ineludible deber moral y cívico para los demócratas españoles.

Si no lo hacen los ciudadanos, las instituciones del Estado, que tienen el deber de hacerlo, nunca lo harán porque están sometidas al poder ejecutivo, infiltradas por los partidos y castradas en su ética y amor a España. Ni la Monarquía, ni las Fuerza Armadas, ni la Justicia, ni el Poder Legislativo, ni la Sociedad Civil, ni la Universidad, ni las empresas y las finanzas moverán un sólo dedo contra el peor depredador que ha padecido España desde el felón Fernando VII.
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El nivel de rechazo a estos políticos no para de crecer.
La ciudadanía española tiene el deber de presionar para que el depredador sea castigado. No se pueden tolerar tantas mentiras, engaños, despilfarros, injusticias, abusos de poder, impuestos abusivos y amistades peligrosas, a las que se beneficia y mima sólo porque apoyan al sátrapa. Tampoco se puede tolerar que Sánchez margine y castigue a las autonomías que está gobernadas por sus adversarios, ni que dedique ingentes cantidades de dinero público para alimentar el clientelismo, comprar medios de comunicación, voluntades y votos.

Hay que crear con urgencia una liga de ciudadanos demócratas y decentes que impida que un depredador dañino para España como Pedro Sánchez consiga privilegio alguno cuando sea expulsado del poder. Ni pensión perpetua, ni oficina con funcionarios a su servicio, ni coche oficial, ni escolta y menos todavía un puesto en el Consejo de Estado o las instituciones europeas. Ha mentido y engañado tanto, ha gobernado con tanta bajeza y ha causado a España tanto daño que no merece premio alguno, sino todo un juicio a su labor.

El balance del mandato de Sánchez es aterrador, Ha situado a España al borde del fracaso, cerca de la quiebra y la ha despojado de todo su prestigio y peso internacional. Es más, ha logrado que los aliados y enemigos pierdan el respeto a España y le desprecien a él como máximo representante de una nación envuelta en una profunda crisis de decadencia y suciedad.

Acompañado por comunistas, amigos del terrorismo y independentistas golpistas que le ayudan a destrozar España, todos unidos por el odio a España y el deseo de debilitarla como denominador común, el gobierno de Sánchez es el peor castigo para España en muchas décadas y el más antidemocrático, ineficaz y sucio desde la Guerra Civil.

Cada día es mas necesario expulsar del poder a Sánchez y a sus tribus de indeseables que odian a España. Sus mentiras, sus falta de ética y su degeneración son letales e insoportables. Jamás una legislatura me ha producido tantas arcadas y se me ha hecho tan larga como ésta.

Sánchez no es el único político que merece un castigo en España, aunque quizás sea el que reúne más "méritos". González, Aznar, Zapatero y Rajoy también merecen u castigo, aunque ninguno de ellos tanto como el mentiroso de la Moncloa.

Todo este balance sobrecogedor, donde predominan el retroceso, el divorcio entre el poder político y los ciudadanos, la ruina económica y moral y una deleznable inflación de mentiras y estupideces protagonizadas desde el poder, merece un castigo que sirva de ejemplo a las generaciones futuras y cierre el paso hacia el poder supremo a los ineptos, mentirosos, corruptos y psicópatas del futuro.

Pedro Sánchez aspira a retirarse con un vistoso alto cargo en la Unión Europea, pero ese proyecto se vendrá abajo cuando se conozca toda la magnitud del desastre que deja en España cuando abandone el poder.

El Estado, que está en poder de mafias políticas que relegan y castigan al ciudadano que debían servir, tiene preparadas instituciones que actúan como asilos para ex cargos políticos. Desde el Consejo de Estado a los Consejos de administración de los oligopolios que los políticos han favorecido desde el poder, la lista de refugios y paraísos es interminable y están disponibles para ex que muchas veces son auténticos chorizos dañinos para sus pueblos.. Sólo pensar que cada presidente autonómico se retira con sueldo vitalicio, oficina, secretaría y chófer ya es para temblar.

Desde la seguridad de que las grandes instituciones no harán nada, probablemente porque están corrompidas y navegan en la complicidad los ciudadanos demócratas somos los llamados a dar a conocer el balance siniestro y miserable de un gobierno que ha concentrado su mayor esfuerzo y gasto en fortalecer su poder, comprar voluntades y medios de comunicación y patrocinar la injusticia y la mentira.

Hay que crear con urgencia la "Liga contra el sanchismo", que reúna a los demócratas y ciudadanos decentes que se nieguen a que un depredador como Sánchez, que ha inyectado pobreza, tristeza, desesperación y dolor a espuertas en las venas de España, sea premiado en lugar de castigado.

Francisco Rubiales

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Domingo, 24 de Julio 2022
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