Información y Opinión

La España mal gobernada





Pobre España, un país que ha padecido dos liderazgos nefastos en las dos últimas legislaturas, el de Aznar y el de Zapatero. Ninguno de los dos ha dado la talla ni han conseguido que España mejore. Tal vez el problema haya sido la juventud de uno y otro, o la falta de madurez política y de preparación intelectual. De hecho, ninguno delos dos había ocupado cargo importante alguno antes de asumir el liderazgo de sus respectivos partidos. Aznar se convirtió en un demonizador irritado y arrogante, mientras que Zapatero se ha comportado como un optimista patológico tan irresponsable y peligroso que ha hecho retroceder la cohesión del Estado y la calidad de la democracia y la convivencia.

Aznar, si hubiera gobernado bien, podría haber convencido a los españoles de que la derecha "es diferente" y mejor que la izquierda, pero no lo hizo. Zapatero pudo haber demostrado a los españoles que la izquierda es democrática y juega limpio, pero no lo ha hecho.

Algunos creemos que hay otro terrible problema en alma de la política española que amenaza con traernos en el futuro a más mequetrefes como los dos últimos: los partidos políticos, convertidos en maquinarias de poder que funcionan de manera autoritaria y antidemocrática, son los hornos donde se cuecen nuestros dirigentes, las más inadecuadas factorías para generar un liderazgo auténticamente democrático.

Los dos se han sentido a gusto en la partitocracia. Uno y otro se han considerado legitimados para imponer su voluntad, sin tener en cuenta la opinión de los ciudadanos. Los dos han entrado a saco en la Justicia, para doblegarla y someterla a la voluntad del Ejecutivo. A los dos les molesta una sociedad civil vigorosa, razón por la cual han procurado acosarla y debilitarla. Ni Aznar ni Zapatero han otorgado valor al consenso, ni han sido capaces de debatir con el adversario. Ninguno de los dos se han planteado reformar las injustas y desequilibradas leyes electorales españolas, las que permiten el dominio de partidos nacionalistas que apenas tienen un puñado de votos y las que impiden al ciudadano ejercer su sagrado derecho a elegir libremente, porque son los partidos los que realmente eligen con las actuales listas cerradas y bloqueadas.

Las recientes elecciones del 9M han puesto de manifiesto con toda crudeza, la terrible mediocridad de la política española y el alto grado de deterioro de la democracia. Un Zapatero nefasto que no ha podido ser derrotado por un Rajoy que arrastra el estigma de haber sido designado "a dedo" por el "patrón" Aznar, que, además, le impuso el equipo. La sociedad española estaba cabreada con Zapatero, un pobre diablo que nos ha hecho retroceder en economía, convivencia, seguridad, política exterior, cohesión, educación y futuro, pero no se ha atrevido a confiar en un Rajoy que ha dedicado sus mejores esfuerzos, siguiendo las enseñanzas del "bigote furibundo", a desgastar y destruir al adversario, olvidándose de que al ciudadano hay que transmitirle ilusión y propuestas que le motiven.

El equipo de campaña de ZP hizo un trabajo espléndido. No se le puede sacar más partido a un actor que sólo tiene planta.


   
Lunes, 31 de Marzo 2008
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