Información y Opinión

LA SOCIEDAD RELATIVISTA





Nos ha tocado en suerte; vivimos tiempos de degradación e incultura. Desde la implantación de la LOGSE, se ha venido instalando la sociedad del vacío y la dejadez. Hoy, sorprendentemente, proliferan gentes sin formación ni estudio alguno que se titulan escritores y poetas; viven el relativismo y muestran ufanos su solecismo. Muchos de nuestros políticos no han estudiado nunca nada, ni se esmeraron ni se cultivaron, pero han anclado en la política; no saben hablar ni escribir y, por lo mismo, ni pensar, ni decidir; no han tenido nunca trabajo alguno ni oficio ni beneficio, pero están en la política. Hay dirigentes inexpertos, que desconfían instintivamente del experto y del intelectual, a quien sólo “conceden crédito” y confianza cuando les conviene.

Gómez Marín transcribe en el “Mundo” este exacto ejemplo: “He escuchado (varias veces, claro) a la ministra de Cultura expresarse, es un decir, sobre el candente tema del aborto y no me resisto a recoger íntegra y fielmente para la posteridad su parlamento, aunque sólo sea para que se vea que la pobre Bibiana no está sola. Dijo la señora Sinde: «Yo realmente eh yo creo que eh eh bueno que eh eh que la ley del aborto es muy importante es muy importante y ayer fue un día importante creo que esta ley en contra de lo que se ha dicho que eh es mucho más garantista que va a impedir que eh eh yo creo que eh y bueno como verás es un asunto que que eh que sí me importa que eh eh hemos debatido mucho en el seno del Consejo y en el seno de eh las personas que estamos en el Gobierno y me parece una ley que eh pues eh y sobre la que hemos de reflexionar todos y encontrar soluciones ¿no?». “Sic, ni quito ni pongo, si acaso añado esa hache a la e viuda con que la ministra muletea torpemente la inopia y dejo a criterio del lector poner y quitar como mejor le cuadre los puntos suspensivos que con toda evidencia, faltan en la arenguilla. ¡Dios, qué tropa!”.

En este ambiente refinado y de altura intelectual, el Gobierno de Za­patero se vuelca ahora, con Miguel Hernández; se celebran varios homenajes al poeta del pueblo para recordar el ani­versario de su nacimiento y no dejar que se extinga el recuerdo de la guerra y fomentar el enfrentamiento civil, pues el poeta y su poesía no creo que conozcan ni les interesa. A sus familiares, la vicepresidenta les va a hacer entrega la Declara­ción de Reparación y Reco­nocimiento, en virtud de la Memoria Histórica. La mejor Memoria es no acordarse ya de la guerra Civil, ni de sus muertes y heridas, ni de la influencia directa del materialismo marxista de Neruda en Hernández, ni de que “lo mató el Quinto Regimiento, que le dedicó poemas a La Pasionaria.” La mejor Memoria Histórica es la que hizo la Ejemplar Transición en el 78: Sentarse todos juntos, firmar el consenso y olvidar el triste pasado.

Como en versos emocionados le cantábamos a Lorca: “Federico, no vayas a Granada”, hoy, le decimos también a Hernández: “Miguel, no vuelvas a Orihuela”.

C. Mudarra

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Lunes, 29 de Marzo 2010
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