Colaboraciones

FERNÁNDEZ DE LA VEGA SE EQUIVOCÓ DE VIGA





“Luchar no es una obligación para todos los hombres, pero la lealtad sí es obligatoria para todos los hombres honorables”.

Nagib Mahfouz


Hoy, sábado, 3 de diciembre, mientras en el territorio foral se celebra el Día de Navarra, la fiesta de la citada Comunidad Autónoma, y se conmemora a uno de sus copatronos, San Francisco Javier, en Madrid, en la Puerta del Sol, se ha celebrado un acto a y en favor de nuestra Carta Magna, de cuya convocatoria cabe hacer máximo y señero responsable (por el lado bueno, que lo tiene) al PP. No obstante sus pretensiones eran las que han sido, estas dos, recordar, recuperar y volver a asperjar o erogar por toda la piel de toro puesta a secar el espíritu de la Transición y desempolvar, rehabilitar y remozar algunos valores arrumbados de y en nuestra convivencia democrática, el acto ha merecido las críticas más cítricas del Gobierno de la Nación y de los extraños compañeros de cama que a éste le ha ido deparando el ejercicio de su política.

Así, María Teresa Fernández de la Vega (y en este aspecto o punto la discrepancia o fricción que mantengo con don Ángel, mi sosias, trina -más bien chirría o trona- y es trina, porque, amén de cantar, es triple: intermitente, latente y patente) se refirió ayer al hecho como “concentración callejera”, concentrada colleja que la “viceprime” marró al no dársela en la cocorota o en (la) mano a sus legítimos acreedores, ya que debió entregársela, según mi criterio, a los fantoches de ERC, que protagonizaron el otro día la patochada matutina en la matritense sede central de la cadena COPE.

El menda lerenda (que me ha llamado al punto de la mañana por teléfono -bueno, a él le gusta más la expresión “vía invento de Bell”- para felicitarme y darme la enhorabuena por la manera tan estupenda con que había tomado su relevo o testigo, quiero decir, urdido mis textos -le he replicado, zumbón, que se tocara la frente, no fuera a tener fiebre-), ¡eureka (he conseguido que diera otra vez su brazo a torcer)!, ha vuelto a dar muestras de su liberalidad y buen juicio, pues ha convenido conmigo que Fernández de la Vega, diciendo lo que dijo, salió por peteneras o se equivocó de viga, esto es, profirió una boutade impropia de la inteligente vicepresidenta primera y proba del Gobierno de la Nación que es; y, asimismo, ambos hemos coincidido en que hay políticos (a medio camino, entre el Cielo y el infierno, y entre quienes cabe identificar a Alfredo Pérez Rubalcaba -un sujeto de muchas tablas y sumo cuidado-) que opinan según lo que les escribieron unos y no según lo dicho por otros, porque Mariano Rajoy lo único que ha hecho esta mañana en la madrileña Puerta del Sol ha sido exaltar nuestra Constitución y el consenso que la alumbró.


Emilo González, “Metomentodo”.

Franky  
Sábado, 3 de Diciembre 2005
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