imagen cedida por www.lakodorniz.com
La España actual escala de manera imparable el ranking europeo de las cloacas, hasta alcanzar hoy los primeros puestos en sectores como la pobreza (seis millones de pobres), el tráfico de drogas, el aborto (260 diarios), la prostitución, el consumo de alcohol, la violencia de género, la corrupción, el blanqueo de dinero, la inmigración ilegal, la delincuencia extranjera, el fracaso escolar y la inseguridad ciudadana.
En otros sectores donde no existen mediciones fiables, aunque sí informes de instituciones especializadas, como son los casos de la delincuencia urbanística, el turismo sexual y las dificultades para la libertad de prensa, España también se encuentra en puestos de liderazgo.
España, por último, también ostenta el liderazgo europeo en enfrentamientos políticos internos y en nacionalismos virulentos y descontrolados.
Como contrapunto, España goza también de una imagen atractiva y envidiada por su imparable desarrollo económico y por sus éxitos deportivos. La economía española, con una crecimiento cercano al 4% anual, es percibida, sobre todo en Europa, donde el crecimiento es inferior, "como un Ferrari".
Algunos medios amarillistas, sobre todo en Gran Bretaña, se han referido a España como el basurero de Europa, destacando aspectos negativos como la delincuancia, el asentamiento de mafias extranjeras, la baja calidad de la enseñanza pública, el auge de la basura telvisiva y los índices de pobreza.
Los expertos consideran que las principales causas de la pérdida de imagen y del lugar destacado que, realmente, ocupamos en vicios como prostitución, droga, aborto y otros, se debe a factores como la caida generalizada de los valores, el desprestigio de la política y hasta del sistema, el incremento de la inseguridad, el abandono de la religión, la pérdida de confianza en los líderes y, sobre todo, la escasa calidad de la educación.
En otros sectores donde no existen mediciones fiables, aunque sí informes de instituciones especializadas, como son los casos de la delincuencia urbanística, el turismo sexual y las dificultades para la libertad de prensa, España también se encuentra en puestos de liderazgo.
España, por último, también ostenta el liderazgo europeo en enfrentamientos políticos internos y en nacionalismos virulentos y descontrolados.
Como contrapunto, España goza también de una imagen atractiva y envidiada por su imparable desarrollo económico y por sus éxitos deportivos. La economía española, con una crecimiento cercano al 4% anual, es percibida, sobre todo en Europa, donde el crecimiento es inferior, "como un Ferrari".
Algunos medios amarillistas, sobre todo en Gran Bretaña, se han referido a España como el basurero de Europa, destacando aspectos negativos como la delincuancia, el asentamiento de mafias extranjeras, la baja calidad de la enseñanza pública, el auge de la basura telvisiva y los índices de pobreza.
Los expertos consideran que las principales causas de la pérdida de imagen y del lugar destacado que, realmente, ocupamos en vicios como prostitución, droga, aborto y otros, se debe a factores como la caida generalizada de los valores, el desprestigio de la política y hasta del sistema, el incremento de la inseguridad, el abandono de la religión, la pérdida de confianza en los líderes y, sobre todo, la escasa calidad de la educación.