El rey moro Boabdil rinde Granada y los últimos invasores musulmanes son expulsados de España, país que inicia con esa victoria un periodo de fortaleza y desarrollo que sorprendió al mundo.
Torpedos
España es grande cuando se enfrenta a sus enemigos
El enfrentamiento de Pedro Sánchez con Donald Trump, el chulo que actúa como "emperador" del mundo, le está dando popularidad y votos.
A pesar de que ese enfrentamiento puede causar estragos a España y a su economía, muchos españoles, sobre todo los que militan en la izquierda y los nacionalistas, eternos anti-yankis, se sienten felices al ver a su presidente enfrentado al chulesco personaje que gobierna el planeta.
Ver a dos chulos populistas y mentirosos (Trump y Sánchez) alardeando y enfrentados es un espectáculo atractivo que enardece al pueblo, que siempre tiende a apoyar al más débil.
Para millones de españoles, la Historia demuestra que España sólo es grande cuando se enfrenta a sus enemigos.
Aunque otros españoles creen que enfrentarse a los gigantes es parte de la estupidez quijotesca tradicional de España, basta echar un vistazo a la Historia para concluir que cuando se somete a sus adversarios, el país retrocede, se debilita y empobrece.
Avanzó cuando derrotó y expulsó a los musulmanes, en 1492. Volvió a crecer cuando expulsó a los judíos y a los moriscos, que eran una quinta columna que restaba y dañaba la nación desde la trastienda. Volvió a fortalecerse cuando ganó la Guerra Civil de 1936 y se libró de las izquierdas y de los nacionalismos antiespañoles vasco y catalán.
Hoy, los enemigos de España son los mismos que fueron derrotados en la guerra civil: los socialistas, que se han reconvertido en sanchistas, y sus aliados comunistas e independentistas vascos y catalanes, con los que gobierna, todos rebosantes de odio a la democracia, a la libertad y a España, país al que desean destruir.
La vocación totalitaria del socialismo español es vieja, casi tan vieja como su apego al poder y a la violencia.
Las frases de Pablo Iglesias, fundador del partido socialista español, son tan significativas como estremecedoras: “No nos interesa hacer hoy buenos obreros, buenos empleados, buenos comerciantes. Queremos destruir la sociedad actual desde sus fundamentos.” El PSOE "aspira a concluir con los antagonismos sociales,… esta aspiración lleva consigo la supresión de la Magistratura, la supresión de la Iglesia, la supresión del Ejército… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones.”
Otro líder socialista destacado, Francisco Largo Caballero, ministro y hombre fuerte en la II República y la Guerra Civil, dijo: “La case obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo y, como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución”.
En 1934, en Ginebra, desnudó a su partido socialista y mostró su alma: “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad”. En el Congreso de Juventudes Socialistas afirmó: “Hay que apoderarse del poder político, pero la revolución se hace violentamente: luchando y no con discursos".
Pedro Sánchez es heredero directo de aquella vieja forma feroz, descarnada y tiránica de entender el socialismo, pero al ser España miembro de la Unión Europea, de la OTAN y del Occidente libre, está obligado a reprimir su ira y su violencia visceral y antidemocrática.
Esa ira contenida y ese odio a la democracia, a sus controles del poder y a la libertad de los ciudadanos es lo único capaz de explicar el comportamiento de Sánchez, el cual, de manera hipócrita y sibilina, está construyendo la tiranía socialista en España, apoderándose poco a poco de las instituciones y sometiendo a todas las fuerzas y sectores de la vida, desde la Corona y las Fuerzas Armadas a la Economía, la sociedad civil y las principales empresas.
El enfrentamiento con Trump es también una manifestación de esa admiración española por la osadía de enfrentarse a los grandes poderes del mundo, a pesar de que esa política puede causar daños terribles a nuestra nación.
Francisco Rubiales
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Jueves, 26 de Junio 2025
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