Información y Opinión

España es Jerez





En España, como recientemente en la ciudad andaluza de Jerez de la Frontera, se acumula la basura sin que nadie la recoja. En Jerez la basura es física, mientras que en España es ética y política. El hedor, en ambos casos, es infernal y la vida del ciudadano, rodeado de inmundicias, es insoportable. España es Jerez y Jerez es España. Las causas son las mismas: España y Jerez están degradadas por los malos gobernantes que han padecido, las administraciones están endeudadas, no pueden pagar lo comprometido, no saben gestionar los conflictos y la injusticia y el abuso han embrutecido a todos, generando indignación, rebeldía y hasta odio. El resultado también ha sido idéntico: los políticos siguen con sus privilegios intactos, los ciudadanos sufren las consecuencias de la suciedad y tanto los empleados de la limpieza de Jerez como los ciudadanos españoles en general se ven obligados a asumir una rebaja en sus salarios que los empobrecen un poco mas.

Las últimas jornadas han sido memorables en injusticias, abusos y violaciones constitucionales. La tasa que cobrará el gobierno a los ciudadanos por recurrir aniquila la justicia gratuita y la convierte en un servicio en el que los ricos tienen más ventajas que los pobres, con una Administración pública que podrá litigar cuanto quira contra el ciudadano porque ella no paga esas tasas. Injusto, lamentable y abusivo, como muchas otras políticas del poder político en España. La moratoria concedida a los más débiles para que conserven sus viviendas, sin ser desahuciados, dos años más beneficia a los bancos, que siguen aplicando intereses de más de un 20 por ciento, lo que agiganta la deuda y hace casi imposible evitar el futuro desahucio.

La campaña electoral catalana se ha visto inundada por el juego sucio y se ha convertido en un festival de desprecio e irrespeto al ciudadano, que contempla pasmado a presuntos chorizos que quieren gobernar Cataluña a a un gobierno que utiliza todos los recursos del Estado para acosar y debilitar al candidato independentista catalán, que, perteneciente a un partido político marcado por la corrupción y las comisiones ilegales, tampoco es capaz de aclarar si es o no un evasor fiscal y un sinvergüenza.

Cataluña, durante la campaña electoral, tenía en las calles tanta basura como Jerez y el olor era similar, aunque en el caso de Cataluña la basura era política y moral, la más dañina y pestilente para un pueblo de mujeres y hombres libres.

Las calles de la España actual están repletas de basura maloliente, casi toda esparcida por los partidos políticos que controlan el poder. La injusticia es basura derramada, como lo es también el grueso e insostenible Estado que han creado los políticos para colocar a sus amigos y parientes. Basura son los impuestos abusivos, creados desde la avaricia de unos gobernantes que prefieren arruinar a los ciudadanos antes de renunciar a sus caprichos y privilegios. El hecho de que España entera está atribulada por los recortes y los impuestos sin que los políticos hayan cerrado una sola televisión pública o sin que hayan dejado de subvencionar a partidos políticos y sindicatos, a pesar de que el clamor popular exige que ese abuso desaparezca, es puro estiercol. La violación de las reglas básicas de la democracia, la inexistencia de separación e independencia de los poderes básicos, la cobardía del poder judicial, lel incomprensible divorcio entre los diputados electos y el pueblo al que dicen representar, la impunidad, las listas cerradas y bloqueadas, la desigualdad ante la ley y la corrupción que se enseñorea de la nación y que la corroe, partiendo desde los reductos del poder político, todo eso es detritos apestoso, tan maloliente como las calles de Jerez infectadas de basura.


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Jueves, 29 de Noviembre 2012
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