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Envileciendo a los ciudadanos y destrozando nuestro mundo



Nuestra raza se extingue por falta de hijos y los gobiernos no hacen nada por impedirlo. Nuestras bisabuelas tenían una media de 15 hijos, nuestras abuelas 7. nuestras madres 3 y muchos de nosotros tenemos un gato, que para colmo está castrado.

Nos estamos extinguiendo como raza, como cultura y como civilización y estamos siendo sustituidos por musulmanes procedentes de países en crisis, escasos de libertades, derechos, valores y comportamiento cívico. De hecho, con la sustitución en marcha, el mundo retrocederá siglos y se volverá más inestable, violento, cruel, inhóspito e inseguro, aunque más sumiso ante el poder.

Muchos de los que llegan como inmigrantes no están preparados para integrarse en el mundo europeo u occidental civilizado. Llegan con leyes y costumbres violentas, discriminatorias y llenas de vejaciones y arbitrariedades.

Los que creen que nuestra cultura occidental, europea y cristiana, con raíces griegas, latinas y cristianas, terminará por imponerse a la barbarie invasora se equivocan. Es nuestro mundo el que está hundiéndose y el de ellos no para de crecer.

No siempre los políticos pretenden degradar la sociedad y envilecer a los ciudadanos de manera explícita y consciente, pero lo están logrando porque no hacen nada para evitarlo.

La sociedad actual se encuentra en una situación moral deplorable y la degradación y el envilecimiento avanzan imparables.
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Es un hecho constatado que la sociedad actual es una de las mas cobardes y eticamente desarmadas de todos los tiempos. Los sociólogos y psicólogos creen que muchos vicios y comportamientos nocivos están siendo impulsados desde el liderazgo político: la envidia, el resentimiento, el hedonismo, la lujuria, el consumo de drogas, el amor al dinero y el fin de muchos valores que fortalecían a los ciudadanos, como la honradez, la solidaridad, el apoyo mutuo, la unidad, la conversación, el debate, el análisis, el culto a la verdad, etc.

La cobardía se abre camino en la sociedad, que tiende a someterse y que le tiene pánico a la rebeldía y hasta a la protesta. Como consecuencia, los poderosos del presente se sienten mas seguros e impunes que nunca antes y son capaces de robar y sojuzgar sin temor a aquella represalia furiosa de los ciudadanos que solía estallar en el pasado.

Los miserables corrompidos que dominan la política en muchos países no hacen nada por defender los valores, salvar la civilización, conservar al menos el Estados de Derecho e impedir el retroceso, la decadencia y el desastre.

Al igual que el Imperio Romano, estamos pereciendo mientras somos invadidos por bárbaros. Es una terrible desgracia que la raza humana parece hoy más próxima que nunca a ser domesticada y esclavizada por sus amos.

El avance de la cobardía y del envilecimiento no es casualidad sino el fruto de décadas de mentiras y manipulaciones que comienzan en la escuela y buscan que los ciudadanos se comporten como corderos. Bajo el falso concepto de la libertad individual les inculcan la desconfianza y logran el "divide y vencerás".

La consecuencia de esa cultura, claramente impulsada desde el poder, es una sociedad egoísta, dividida, incapaz de pensar por si misma, insegura y con tendencia a refugiarse bajo el amparo de unos personajes poderosos que carecen de valores y que están incapacitados para el liderazgo.

El mundo que están construyendo nuestros políticos es tan dócil y cobarde como injusto y desequilibrado. Los que legislan y gobiernan pueden robar y atiborrarse de privilegios sin miedo a la Justicia y al pueblo, a los que ha desarmado.

Para que los déspotas y canallas puedan sentirse a gusto, la Humanidad está siendo sojuzgada y avasallada con sutileza y con una eficacia que sorprendería a los monarcas absolutos y señores feudales del pasado.

Mientras que los hijos del poder se forman como líderes en las mejores escuelas y universidades, los hijos del pueblo son rociados con sexo, drogas, botellón, telebasura, consumismo y malformados en escuelas sin calidad.

La gente vulgar se deteriora y las clases medias se empobrecen y envilecen, lo que crea un foso enorme que separa a los poderosos del vulgo asustado. La soledad, el culto al cuerpo, el hedonismo y el desprecio a los mayores se abren camino en el mundo de las masas, cada día mas ajeno y alejado del mundo del poder.

Todo indica que el diseño del mundo futuro consiste en dividir la Humanidad en dos paquetes, uno inmenso, integrado por los pobres asustados y en proceso de envilecimiento, formados para subsistir con poco y en permanente miedo, y otro integrado por pocas familias, todas ellas bien custodiadas por la policía, inmensamente ricas y poderosas, intocables y con un poder cada día más ilimitado. El primero es el mundo del rebaño torpe y asustado y el segundo es el mundo de los nuevos emperadores.

Las mayorías de musulmanes, acostumbrados a la "sumisión" coránica, son las adecuadas para ser esclavizadas porque ya viven la esclavitud y la sumisión al poder en sus países de origen.

El poder ha aprendido a sojuzgar con anestesia y la alienación y el miedo están haciendo posible que los esclavos se sientan libres y que los pobres crean que la vida es hermosa.

Francisco Rubiales

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Domingo, 17 de Marzo 2024
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