Información y Opinión

En España sobran más de cuatro millones de extranjeros





Con 132.378 parados más en enero de 2008, España ya está inmersa en una crisis económica aguda que coloca al país frente a un problema suplementario de graves proporciones: el de los cuatro millones de extranjeros que sobran porque el mercado laboral no puede colocarlos.

Esos extranjeros en paro constituyen una potencial fuente de desestabilización y conflicto social, con graves efectos sobre la economía y la convivencia.

La tesis defendida por Zapatero y Caldera de que los inmigrantes podían entrar en masa en España porque su presencia sería beneficiosa para la economía demuestra ahora su profunda estupidez y peligrosidad.

Los últimos datos sobre el paro nos remontan al pasado más siniestro de la España moderna, a un cuarto de siglo atrás, cuando el desempleo era el azote de la economía. Los inmigrantes constittuyen el colectivo más frágin ante el desempleo, según las estadísticas del INEM.

Los servicios públicos de empleo estatal tenían registrados al cierre de 2007 a 211.964 extranjeros en situación de paro, un 24,5% más que un año antes y un 6,8% por encima de la cifra del pasado mes de noviembre, según datos del Ministerio de Trabajo. Del total de inmigrantes en paro, 152.943 proceden de países extracomunitarios, frente a 59.021 pertenecientes a algún país miembro de la Unión Europea (UE), generalmente de países del “Este”. El importante descenso del paro en enero hace todavía más grave el problema.

Las nuevas remesas de parados suponen un incremento de más de 1.000 millones de euros en el gasto público. Los datos del mes de noviembre ya reflejaban que el número de inmigrantes que cobran en España el paro ha crecido un 47,6% en tasa interanual, hasta alcanzar los 135.532 beneficiarios. Casi tres de cada diez extranjeros que percibe la prestación por desempleo, en concreto el 24,2%, procede de Marruecos, en tanto que el 12% es natural de Ecuador, el 7,7%, de Colombia, y el 7,4%, de Rumanía. Hoy, en febrero de 2008, esos datos son mucho peores.

Los expertos consideran que en caso de que la crisis se traduzca en un periodo de recesión económica, un 58 % de los trabajadores inmigrantes que actualmente residen en España no tendrán acomodo en nuestro mercado laboral.

La política de inmigración permisiva de Zapatero y Caldera, con regularizaciones y llegadas masivas de inmigrantes poco cualificados, ha situado la cifra de extranjeros en España en torno a los 7 u 8 millones, cuando nuestra capacidad de integración social y económica, en condiciones de crisis, tan sólo alcanzaría la cifra de 3 millones.



   
Martes, 5 de Febrero 2008
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