Información y Opinión

El '¡A por ellos!' y el '¡España, España!' equivale a un '¡Basta ya!' al nacionalismo





La explosión de las banderas y los gritos de "España, España" y "A por ellos" provocados por el juego de la selección española de fútbol, ganadora de la Eurocopa, debe interpretarse como un "¡Basta ya!" al nacionalismo disgregador y como una advertencia a los vendepatrias crispadores de Cataluña y el País Vasco que, cargados de odio y en contra de los masivos sentimientos de la nación, apoyaron a los adversarios de la selección española en cada encuentro del campeonato.

El triunfo de la selección ha hecho más por la integración de España y por su reafirmación como nación que toda la política frígida y cobarde desplegada por José María Aznar y Zapatero en los últimos doce años, una política que ha dado alas y poder a la peor calaña de nacionalistas cargados de rencor y de odio.

La visión de un pueblo que vibra con sus colores y que comparte pasiones y sentimientos debería hacer reflexionar no sólo a los nacionalistas disgregadores, cada días más aislados y minúsculos frente a una marea de unión e integración que apenas acaba de empezar, sino también a los principales culpables de ese mal llamado nacionalismo, a los políticos frívolos y acobardados, como los de la derecha que gobernó en tiempo de Aznar, y a los socialistas cómplices, desideologizados y ambiciosos de poder, que, en tiempo de Zapatero, sellaron alianzas con una nacionalismo perverso, ridículo y desintegrador, sólo porque esas alianzas les facilitaban lo único que les interesa: el disfrute del poder y de sus privilegios y ventajas.


   
Lunes, 30 de Junio 2008
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