Pedro Sánchez ha afirmado que las mujeres españolas votarán de nuevo al PSOE en las próximas elecciones generales, pero existen muchas dudas al respecto y todo parece indicar que el voto femenino en España, hastiado de los vicios, engaños y suciedades socialistas, se desplaza hacia la derecha y, sobre todo, a VOX, un partido que garantiza una lucha feroz contra la corrupción, la delincuencia y el abuso de poder.
La confianza del PSOE en acaparar el voto femenino está cuestionada y no se puede predecir con certeza cómo votarán las mujeres españolas en las próximas elecciones.
La verdad es que el feminismo oficial, impulsado y protegido por la izquierda, está fracasando. Muchas mujeres descubren ahora que sin el apoyo de los hombres, el feminismo es un fracaso seguro que destruye la convivencia, la familia y la estabilidad emocional.
Los hombres huyen del matrimonio y las mujeres se sienten desprotegidas frente a agresiones callejeras, robos y violaciones.
Una de las consecuencias del feminismo radical en España es la caída dramática de los nacimientos. En España nacen menos niños al año que en cualquier ciudad grande de Nigeria o Marruecos, mientras crece el número de mascotas que son ridículamente tratadas como bebés.
Otras consecuencias del feminismo socialista es el alejamiento de Dios, de los valores tradicionales y de los principios que sostenían el edificio social y la convivencia en España.
Pero la principal causa del declive del feminismo radical de izquierdas en España es el pésimo ejemplo de los dirigentes socialistas. La imagen del PSOE, por culpa de Ábalos, Koldo, Tito Berni y cientos de dirigentes socialistas, es la de un partido de puteros proxenetas y cocainómanos.
El descubrimiento de que el líder Pedro Sánchez debe su ascenso político, en parte, a las saunas de prostitución regentadas por su esposa y su familia ha terminado de dar la puntilla al feminismo oficial sanchista.
Hasta el CIS reportó una disminución del 26,2% al 19,4% en la intención de voto femenino tras estos eventos, y Sigma Dos indicó que la valoración de Sánchez entre las mujeres cayó de 3,7 a 2,9 puntos en un año.
El retroceso del feminismo de izquierdas es también consecuencia de la sucia política socialista de enfrentamientos, divisiones y odios. Enfrentar a hombres y mujeres, como hace el sanchismo, ha demostrado ser una locura que supera, incluso, los abusos del comunismo cubano y soviético.
El mundo funciona por la "Ley del péndulo" y después de los abusos feministas, de la marginación de los hombres y de las injustas leyes de género, es inevitable que la sociedad regrese a los viejos valores, a la fortaleza de la familia y de la verdadera igualdad entre hombres y mujeres, sin suciedades y abusos políticos de por medio.
Francisco Rubiales
La confianza del PSOE en acaparar el voto femenino está cuestionada y no se puede predecir con certeza cómo votarán las mujeres españolas en las próximas elecciones.
La verdad es que el feminismo oficial, impulsado y protegido por la izquierda, está fracasando. Muchas mujeres descubren ahora que sin el apoyo de los hombres, el feminismo es un fracaso seguro que destruye la convivencia, la familia y la estabilidad emocional.
Los hombres huyen del matrimonio y las mujeres se sienten desprotegidas frente a agresiones callejeras, robos y violaciones.
Una de las consecuencias del feminismo radical en España es la caída dramática de los nacimientos. En España nacen menos niños al año que en cualquier ciudad grande de Nigeria o Marruecos, mientras crece el número de mascotas que son ridículamente tratadas como bebés.
Otras consecuencias del feminismo socialista es el alejamiento de Dios, de los valores tradicionales y de los principios que sostenían el edificio social y la convivencia en España.
Pero la principal causa del declive del feminismo radical de izquierdas en España es el pésimo ejemplo de los dirigentes socialistas. La imagen del PSOE, por culpa de Ábalos, Koldo, Tito Berni y cientos de dirigentes socialistas, es la de un partido de puteros proxenetas y cocainómanos.
El descubrimiento de que el líder Pedro Sánchez debe su ascenso político, en parte, a las saunas de prostitución regentadas por su esposa y su familia ha terminado de dar la puntilla al feminismo oficial sanchista.
Hasta el CIS reportó una disminución del 26,2% al 19,4% en la intención de voto femenino tras estos eventos, y Sigma Dos indicó que la valoración de Sánchez entre las mujeres cayó de 3,7 a 2,9 puntos en un año.
El retroceso del feminismo de izquierdas es también consecuencia de la sucia política socialista de enfrentamientos, divisiones y odios. Enfrentar a hombres y mujeres, como hace el sanchismo, ha demostrado ser una locura que supera, incluso, los abusos del comunismo cubano y soviético.
El mundo funciona por la "Ley del péndulo" y después de los abusos feministas, de la marginación de los hombres y de las injustas leyes de género, es inevitable que la sociedad regrese a los viejos valores, a la fortaleza de la familia y de la verdadera igualdad entre hombres y mujeres, sin suciedades y abusos políticos de por medio.
Francisco Rubiales