Información y Opinión

El rey de España está en peligro y el sistema también



La osadía de los corruptos, totalitarios e hijos del odio que gobiernan y deciden en España parece no tener límites. Quieren acabar con el régimen de 1978, con la Constitución, la Monarquía y la misma democracia. Ante esa gravísima amenaza, la sociedad española, por ahora no reacciona y está paralizada por una mezcla maloliente de sorpresa, miedo y asco.

Están acosando al Rey Felipe VI con la esperanza de que se asuste y se marche al exilio acobardado, como hizo su bisabuelo Alfonso XII. Ahora quieren que pida perdón por su mayor acierto como Rey, cuando frenó en seco el independentismo golpista de los catalanes en aquel memorable discurso del 3 de octubre de 2017, a los que acusó, con toda razón, de "deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado".

Según Podemos y la parte más comunista y radical del PSOE, justo la que lidera Pedro Sánchez, sería bueno que el Rey rectificara los errores que cometió en aquel discurso, que realmente fue impecable y lleno de eficacia, dignidad y amor a España.

Esa exigencia es parte de la campaña de acoso y derribo al monarca, lanzada por la izquierda española, parte de la cual sueña con ver a Pedro Sánchez como presidente de la Tercera República.
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Acaban de dar vía libre al presupuesto y se sienten tan eufóricos que hablan de "muchos" años mas en el poder y amenazan a la derecha con no regresar nunca más al gobierno. Puros reflejos antidemocráticos, emanados del totalitarismo.

Las decisiones en esta España del presente ya no sólo las toma el gobierno que ganó las elecciones, sino los partidos que le sostienen y venden su apoyo exigiendo concesiones y medidas contrarias a la voluntad popular y a la misma Constitución. Queda muy poco para que podamos definir la situación como la de un "gobierno en contra de España y de su pueblo".

Si al menos tuvieran franqueza y decencia y sometieran al criterio del pueblo, en referéndum, los cambios que quieren imponer, nadie podría criticar la deriva, pero lo hacen con nocturnidad, alevosía y suciedad antidemocrática.

Van a por el Borbón y el Rey lo sabe porque él es el símbolo de la España libre, pero lo hacen con la típica bajeza de los conspiradores bolcheviques, sin dar la cara, socavando las bases de la monarquía para acabar también con la democracia, las libertades y el régimen de 1978. No son capaces de convocar un referéndum porque saben que lo perderían, pero a ellos les importa poco lo que el pueblo piense y quiera. Lo importante, para los totalitarios y comunistas, es lo que quieran las élites revolucionarias, como pensaban Lenin y Stalin.

Si el Rey Borbón no se planta y pone sobre la mesa lo que tiene que poner, su Corona, que está en grave riesgo, quizás se salve, pero si se amilana y esconde la cabeza, como hicieron tantas veces sus predecesores borbones, está perdido y caerá, junto con la democracia, las libertades, los derechos fundamentales, la Constitución y la decencia.

Los osados no paran de presionar y agredir. Cada día dan un nuevo empujón a las torres de defensa de España. demoliendo los cimientos del poder judicial, de la prensa libre, de la monarquía constitucional, de los derechos individuales, de la libertad, en definitiva. La Zarzuela y España callan y olvidan que el que calla otorga.

No vivimos tiempos de pusilánimes, ni hay lugar para exquisiteces. Los enemigos de España han tomado el poder y eso nos coloca al borde del precipicio.

O se les planta cara o los golpes del ariete serán cada día mas contundentes y terminarán derribando nuestras torres. Ellos interpretan, con razón, nuestro silencio y pasividad como miedo, y se crecen ante nuestra cobardía. Cada día están más animados en su lucha por demoler la España de la dignidad, la decencia, la libertad, la prosperidad y la alegría.

Ahora, para dinamitar la torre de la Monarquía Constituyente, quieren que el Rey pida perdón por aquel discurso centra el golpismo catalán, que fue el momento mas digno y meritorio de su reinado. Ante esa ofensiva desleal y sucia, el Rey deberá demostrar que se merece el sueldo que le pagamos por ser un bastión de las libertades y derechos de los españoles.

Entre otras cosas, debería unirse estrechamente a su pueblo, que está desamparado, y recordar a los osados totalitarios que gobiernan que más bien son Sánchez e Iglesias quienes deben pedir perdón por los muertos que han causado gestionando torpemente la pandemia, por las colas del hambre, cada día más largas, por el cierre masivo de empresas, por la pérdida de prestigio de España, por el hundimiento de la economía, por la censura impuesta y por las decenas de agresiones impuestas desde el poder político a España y a su pueblo.

La culpabilidad de Sánchez e Iglesias en las muertes y el fracaso de España frente a la pandemia no es una opinión sino un hecho constatado y denunciado internacionalmente por instituciones de prestigio como Amnistía Internacional y por los medios de comunicación más influyentes del planeta.

¡Viva España y Viva el Rey!


Francisco Rubiales

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Viernes, 4 de Diciembre 2020
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