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El mal y el terror están en el Islam y en los políticos españoles



Los culpables del atentado de las Ramblas son, en primer lugar, los asesinos islamistas, pero en segundo lugar lo son los políticos españoles, no solo los que de manera imbécil y temeraria aplauden a los invasores que asaltan con violencia la frontera de Ceuta, como la alcaldesa de Madrid, sino todos aquellos que han abierto las puertas de España a los verdugos del Islam, sin filtrarlos, acogiendolos como amigos cuando eran enemigos, regalándoles viviendas y colmándolos de ayudas y subvenciones que les son negadas a los mismos españoles. La verdad y la justicia exigen que se les señale a ellos como los principales culpables del drama, después de los terroristas. Que nadie lo dude.
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Me he sentido mal al observar cómo se desataba el odio contra los musulmanes después del atentado de las Ramblas de Barcelona. He leído proclamas pidiendo la expulsión masiva, balas impregnadas de grasa de cerdo y otras barbaridades. Comprendo que brote la indignación porque yo también la he sentido y cada día me cuesta más creer que hay musulmanes buenos y malos. La actitud pasiva de los musulmanes que residen en España, que tenían que haber salido a las calles en masa, condenando los atentados, resulta incomprensible y sospechosa. Incluso a veces es lógico pensar, a juzgar por su comportamiento, que todos disfrutan cuando se derrama la sangre de los infieles.

Cuentan por ahí la historia de un taxista musulmán que llevo a una mujer que estaba en las Ramblas gratis a su casa y le dijo "No todos somos iguales", Pero la actitud del taxista, que probablemente no exista y sea un invento de esos "buenistas" de la izquierda que acogen con los brazos abiertos a los que llegan para matar, no es indicativa de la actitud de la comunidad musulmana es España, que es pasiva y cobarde. Deberían salir en masa a las calles y plazas, a condenar el atentado, pero no lo hacen. El silencio del Islam en España y en todo el mundo es atroz, tan atroz que cabe pensar que muchos de ellos, fieles al espíritu y a la letra de su libro "sagrado" el Coran, se alegran cuando la sangre de los "infieles" es derramada por sus "guerreros".

Los seguidores de la cadena Al Jazeera, de Qatar, recibieron la noticia del atentado con miles de "me gusta" y con iconos que expresaban alegría y satisfacción.

Circula por internet un escrito que dice:
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"?Eres musulmán en España? Quiero ver una manifestación, una condena, una pancarta, un "Basta ya". Quiero ver a tus creyentes gritar en contra de todos esos asesinos que en nombre de Alá hoy han dejado un reguero de sangre absurdo y sin sentido. Quiero ver a la madre de cada detenido decir por televisión que su hijo es un ignorante que no ha entendido el Corán. Quiero ver a la mujer de esos cabrones decir que sienten repugnancia por ser la esposa de semejantes individuos. Quiero ver a sus amigos y vecinos señalar con el dedo y proclamar que su religión no es eso, perseguirlos y denunciarlos.
Quiero que salgas a la calle y reniegues de esos cobardes, porque de no ser así nunca jamás volveré a dudar de ti, nunca tendrás mi beneficio de la duda. Instaré a cada ciudadano a señalaros como colectivo, a culparos por vuestro silencio, a haceros responsables en la sombra. Si de verdad son 4 gatos dentro del islam ¿donde coño están el resto de gatos para pararles?, ¿donde están los cojones para salir a decir estos asesinos no nos representan? Ni una puta manifestación masiva en España, y mira que van muertos en Europa por una absurda cruzada... El silencio no mata inocentes, pero da vida a los culpables y TU SIGUES CALLADO!!"
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Pero regresemos a la cordura y pensemos con la cabeza fría. Los culpables del atentado de las Ramblas son, en primer lugar, los asesinos islamistas, pero en segundo lugar lo son los políticos españoles, no solo los que de manera imbécil y temeraria aplauden a los invasores que asaltan con violencia la frontera de Ceuta, como la alcaldesa de Madrid, sino todos aquellos que han abierto las puertas de España a los verdugos del Islam, sin filtrarlos, acogiendolos como amigos cuando eran enemigos, regalándoles viviendas y colmándolos de ayudas y subvenciones que les son negadas a los mismos españoles. La verdad y la justicia exigen que se les señale a ellos como los principales culpables del drama, después de los terroristas. Que nadie lo dude.

No ataquemos solo a los musulmanes sino también a nuestros políticos, que son los que les abren las puertas de España, les otorgan más ayudas que a los españoles, ocultan sus crímenes, les ayudan a tener hijos (200 euros al mes por cada hijo), les dan viviendas gratis, eximen de impuestos a sus negocios y hasta les subvencionan clases de Islam y la construcción de mezquitas.

A los terroristas hay que perseguirlos hasta la muerte, pero a esa basura política traidora a España que ha abierto las puertas a nuestros asesinos, incapaz de gobernar con decencia y de separar el trigo de la cizaña, que en teoría son nuestros representantes pero que muchas veces se comportan como "enemigos", es a la que hay que despreciar por injusta, acusarla por su mal gobierno y nunca jamás votarla.

Francisco Rubiales


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Sábado, 19 de Agosto 2017
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