Puigdemont y la insurrección delictiva catalana se han convertido este año en los protagonistas indiscutibles del carnaval de Cádiz. Algunas chirigotas y grupos de los que actúan en el Teatro Falla, donde al final serán elegidas las formaciones vencedoras, están volcando toda su creatividad y descaro en responder con verdades al desafío miserable del independentismo.
Todo empezó cuando un grupo simuló la decapitación de Puigdemont en los carnavales, a lo que los independentistas respondieron con ofensas en las que llamaban a Cádiz un pueblo de incultos y muertos de hambre.
La chirigota ‘Este año nos veréis en el altar’, con la autoría de José Manuel Martínez ‘El Taka’ y David Amaya ‘Agüito’, ha sido la más demoledora y contundente. Entre otras cosas, echan en cara a los independentistas catalanes que pidan respeto a las chirigotas gaditanas cuando luego pitan el himno de España y queman la bandera nacional. La agrupación habla de ‘república inventada’ y afirma que en Cádiz nadie puede dar lecciones de libertad y democracia.
La copla, que fue intensamente ovacionada por el público, tiene la siguiente letra:
“No veas que follón,
la que se formó,
por cortarle en Carnavales la cabeza al Puigdemont.
Yo no tenía pensado, amén
ni mentar a Cataluña, que está el tema muy ‘trillao’.
Yo no quería escribirle
pero al ver como se han puesto
con los compañeros nuestros
ya no pienso reprimirme.
No darse golpes de pecho
porque en vuestra Cataluña
cosas peores se han hecho.
Cuántas fotos habéis quemado de Su Majestad el Rey,
o que en todos los eventos nuestro himno lo pitéis.
Poca vergüenza tenéis para pedirnos respeto.
El respeto para una nación
no se gana vacilando
como lo hace Puigdemont
ahora desde el extranjero.
Ni tu estelada
de república inventada
hecha por un chapucero
ni tu puta independencia
vale más que la decencia de cualquier chirigotero.
Mis compañeros y la gracia gaditana
valen más que tu partido
y tu historia catalana.
Cádiz es mi vida
el sarcasmo y la ironía,
cuna de la libertad.
No consiento que tu odio
crucifique a un compañero
y si piensas intenterlo
crucifícame el primero.
No me toques a los míos
ni a mi santo Carnaval
porque para tu desgracia
aunque a ti no te haga gracia
aquí en Cádiz hay que mamar
cuando se habla
de libertad y democracia.
El carnaval de Cádiz afronta cada año, en sus coplas, la actualidad y las preocupaciones de los españoles y lo hace, habitualmente, con gracia y creatividad, sin enfado y sin ofensas, pero este año, ante las ofensas indepedentistas, el tono de las respuestas se ha elevado y el independentismo catalán está siendo atacado y ridiculizado no sólo en el concurso "oficial" que se celebra en el Teatro Falla, sino también en las calles, donde el odio y la rebelión de los catalanes se ridiculiza y fustiga con gran pasión.
Francisco Rubiales
Todo empezó cuando un grupo simuló la decapitación de Puigdemont en los carnavales, a lo que los independentistas respondieron con ofensas en las que llamaban a Cádiz un pueblo de incultos y muertos de hambre.
La chirigota ‘Este año nos veréis en el altar’, con la autoría de José Manuel Martínez ‘El Taka’ y David Amaya ‘Agüito’, ha sido la más demoledora y contundente. Entre otras cosas, echan en cara a los independentistas catalanes que pidan respeto a las chirigotas gaditanas cuando luego pitan el himno de España y queman la bandera nacional. La agrupación habla de ‘república inventada’ y afirma que en Cádiz nadie puede dar lecciones de libertad y democracia.
La copla, que fue intensamente ovacionada por el público, tiene la siguiente letra:
“No veas que follón,
la que se formó,
por cortarle en Carnavales la cabeza al Puigdemont.
Yo no tenía pensado, amén
ni mentar a Cataluña, que está el tema muy ‘trillao’.
Yo no quería escribirle
pero al ver como se han puesto
con los compañeros nuestros
ya no pienso reprimirme.
No darse golpes de pecho
porque en vuestra Cataluña
cosas peores se han hecho.
Cuántas fotos habéis quemado de Su Majestad el Rey,
o que en todos los eventos nuestro himno lo pitéis.
Poca vergüenza tenéis para pedirnos respeto.
El respeto para una nación
no se gana vacilando
como lo hace Puigdemont
ahora desde el extranjero.
Ni tu estelada
de república inventada
hecha por un chapucero
ni tu puta independencia
vale más que la decencia de cualquier chirigotero.
Mis compañeros y la gracia gaditana
valen más que tu partido
y tu historia catalana.
Cádiz es mi vida
el sarcasmo y la ironía,
cuna de la libertad.
No consiento que tu odio
crucifique a un compañero
y si piensas intenterlo
crucifícame el primero.
No me toques a los míos
ni a mi santo Carnaval
porque para tu desgracia
aunque a ti no te haga gracia
aquí en Cádiz hay que mamar
cuando se habla
de libertad y democracia.
El carnaval de Cádiz afronta cada año, en sus coplas, la actualidad y las preocupaciones de los españoles y lo hace, habitualmente, con gracia y creatividad, sin enfado y sin ofensas, pero este año, ante las ofensas indepedentistas, el tono de las respuestas se ha elevado y el independentismo catalán está siendo atacado y ridiculizado no sólo en el concurso "oficial" que se celebra en el Teatro Falla, sino también en las calles, donde el odio y la rebelión de los catalanes se ridiculiza y fustiga con gran pasión.
Francisco Rubiales