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El PP de Mariano: tacticismo para ganar





Anoche, en el programa "59 segundos" de TVE, por fin se vio el partido Popular que quiere crear Mariano Rajoy: un partido táctico que sea capaz de ganar al PSOE.

El invitado del programa era Esteban González Pons, futuro secretario general, un genuíno producto pepero de la nueva onda de Rajoy, como Soraya Sáenz de Santamaría, gente siempre obsesionada con "ganar".

Han copiado del PSOE lo peor que podían copiar, el tacticismo pragmático, un camino que implica renunciar a las ideas y a los principios con tal de obtener la victoria en las urnas, una ruta que lo permite todo, incluso la mentira, con tal de conquistar el poder.

El gran drama de Mariano y de su nuevo PP es que olvidan que el principal fin de un partido político, lo único que justifica su existencia, no es ganar las elecciones, sino transformar y mejorar la sociedad.

Cuando el medio (ganar las elecciones) sustituye al fin (mejorar la sociedad), el partido se convierte en una pandilla sin escrúpulos, adoradora del poder y capaz, como hoy hace el PSOE, de pactar con todos, incluso con los que sueñan con destruir España, sin importar las ideas o los principios del compañero de viaje.

Llevábamos mucho tiempo investigando qué es lo que pasaba por la mente de Mariano Rajoy y cual era la causa de sus cambios drásticos y movimientos arriesgados, pero anoche lo comprendimos todo: Mariano, el perdedor reincidente, en lugar de dimitir para dejar paso a otro con más "chance", quiere ganar y, para lograrlo, está dispuesto a todo, igual que el PSOE.

Su cambio es tan drástico y sustancial que afecta a las entrañas de su partido. Por eso no quiere contar con gente como Rodrigo Rato, Ángel Acebes, María San Gil, Mayor Oreja y otros, porque está seguro de que ellos dirían "NO" a su nuevo partido. En consecuencia, se rodeará de los que, como él, están obsesionados con ganar, generalmente gente sin demasiados escrúpulos, que tiene más objetivos que ideas.

Aznar, que es perro viejo, ya lo había visto y ayer mismo le advirtió que la única manera de ganar es congregar a todos, incluyendo, por supuesto, a los mejores, en torno a un gran proyecto, no en torno a una gran táctica.

Después de lo de anoche, los demócratas ya no podemos tener dudas: está naciendo un nuevo PSOE en la derecha y hay que denunciarlo porque esta nueva derecha táctica degenerará y prostituirá todavía más la ya podrida democracia española.

González Pons, anoche, se parecía tanto a Zapatero que daba miedo. Dijo, incluso, eso que siempre dicen los políticos que son incapaces de reconocer sus errores y carencias: que el principal problema del PP había sido la comunicación, que no ha sabido transmitir, la eterna excusa de los tácticos, olvidando la única clave de la derrota de su partido: Mariano, que no es un líder y que se presentó ante el electorado cargado de contradiciones y de fallos incomprensibles, no es fiable para la mayoría de los españoles, que no entienden, por ejemplo, por qué el PP despliega en la comunidad de Valencia una política lingüistica de marginación del iioma español o por qué en Andalucía se apoyó un estatuto andaluz que nadie quería y que, en muchos de sus artículos, era copiado del catalán, que fue recurrido ante el Constitucional.

Esa es la verdadera clave de la derrota: al PP le faltó un gran proyecto convincente y. además, un líder capaz de ganarse la confianza de los ciudadanos.

¡Por Dios, otro PSOE no! Para tácticos y pragmáticos sin principios, capaces de pactar hasta con Ibarretxe, con tal de controlar el poder, ya tenemos bantante los demócratas españoles con el PSOE.


   
Martes, 20 de Mayo 2008
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