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El Cid Campeador



Ayer, día 1 de enero de 2020, quise comenzar el nuevo año visionando la película "El Cid", apropiada para prepararse ante las agresiones y traiciones que Pedro Sánchez y sus secuaces preparan contra España. Lo hice para darme un baño de valores y de grandeza que neutralice la bajeza y la suciedad que nos rodea en esta España que está siendo vendida a sus enemigos por el estafador Pedro Sánchez, uno de nuestros peores hombres, sin un sólo valor conocido, al que hemos elegido para que gobierne España, un error terrible del que ojalá salgamos sin sufrir estragos.

Ver esa película, hecha por norteamericanos, representa algo conmovedor, emocionante y necesario para los que amamos España y tememos por su integridad y futuro. En la mitad de la proyección, cuando comparaba mentalmente lo que el Cid representa de amor a una nación, fuerza y honor con lo que nos aporta hoy la coalición miserable de socialistas y comunistas que se dispone a gobernar, apoyada por desleales, golpistas y amigos del terrorismo, sentí tantas ganas de vomitar que tuve que ir al baño.

Recomiendo visionar El Cid a nuestro rey Felipe, para que perciba que el honor y el valor tienen que ser dos componentes imprescindibles de un monarca, a nuestros soldados, cuya misión, por encima de las leyes y órdenes, es defender la patria, a los políticos, sobre todo a los de la derecha española cobarde, para que aprendan que su primer deber es luchar por la grandeza de España, más que por sus miserables intereses partidistas, y a los "gusanos" que se disponen a gobernar sin honor ni grandeza, rodeados de mentiras y traiciones, para que sientan la vergüenza de ocupar hoy el lugar de esa oscuridad que siempre ha amenazado y hostigado a España a lo largo de su larga y prodigiosa historia.

Pero ver El Cid es imprescindible, sobre todo, para los ciudadanos demócratas y patriotas de España, sobre los que recae ahora la responsabilidad de salvar a la nación, ante la inconsistencia e insolvencia de los viejos partidos, cargados de privilegios, vicios y traiciones, que son ya incapaces de regenerarse y entregar lo que nuestra nación les exige: valor, determinación y fuerza para derrotar a los desleales y miserables coaligados.
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La figura del Cid en el film es un modelo a seguir por los españoles, mil veces más valioso que todos los ejemplos que nos ofrecen hoy los que tienen el poder. Rodrigo Diáz de Vivar no es un semidios, ni un ser de otra galaxia, sino un hombre valiente y fiel a los viejos valores y principios, sobre todo al del amor a la patria y a sus semejantes. Tampoco es un guerrero en estado puro porque amaba la paz y la convivencia entre pueblos, unidos por el amor a la nación. El Cid es, por encima de todo, un español de los viejos tiempos, cuando esta nación no había sido pervertida todavía por la chusma de politicastros, adornado con la grandeza y los valores que hoy, rodeados de bajeza y vileza política, quieren imponernos esa poderosa coalición de mediocres que lleva décadas gobernando España.

El Cid es una película grandiosa, una de las pocas que exalta la rica y fascinante Historia de España, distinta a la basura cinemátográfica que producen los cineastas "progres" subvencionados del presente, incapaces de tocar capítulo alguno de nuestro brillante pasado sin mancillarlo y prostituirlo. Es una lástima que esa película sea una obra del cine de Hollejudo, a años luz de distancia y de valor de lo que nuestro postrado y degradado cine es capaz de producir.

Ver el Cid es como fortalecer en el gimnasio los músculos del alma, como una incursión en un mundo donde se prodigan los valores y comportamientos que España necesita para abandonar la pocilga y resurgir. En la película puede sentirse la emoción de la lucha por la defensa de España frente al invasor islamista fanatizado, la nobleza, el valor, el honor y la generosidad, valores hoy desterrados por la chusma que nos ha gobernado desde 1975.

Os invito a verla porque el Cid es un baño de esperanza y de fe en el futuro, en este momento difícil, cuando percibimos la dura realidad de que la peor de las chusmas antiespañolas, integrada por políticos estafadores, mentirosos y rufianes, se dispone a gobernar y pone en peligro de muerte nuestra patria común.

Francisco Rubiales

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Jueves, 2 de Enero 2020
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