Colaboraciones

EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN



El historiador Toynbee estableció que todas las civilizaciones se originan a partir de una religión y que cuando aquellas van a morir, se dedican a perseguir y destruir la religión que las fundó.

Ahora, al dedicarnos a perseguir el cristianismo, que fue la religión que fundó nuestra civilización, eso quiere decir que asistimos al final del mundo que conocemos y nos ha hecho ser como somos.

A las turbas que lanzaban improperios y adoquines a los miembros y simpatizantes de VOX en Vallecas no los unía una ideología, ni siquiera una militancia política, sino únicamente la decadencia y el deterioro humano que provoca la ausencia de religión. El ateísmo y la ausencia de temor a Dios es el denominador común de los indeseables del mundo, de los violentos y de los que están dominados por el odio.
---



La muerte de la religión cristiana es el preludio del fin de nuestra civilización
Ciertamente esta destrucción es un proceso largo, que suele durar siglos, pero creo que, salvo milagro, estamos asistiendo al final de nuestra civilización, aunque seguramente ninguno de nosotros lo veamos. El primer ataque serio a la religión se produce con la revolución francesa, en la que se da carta de naturaleza al ateísmo y se persigue a los creyentes.

Cierto que antes hubo cismas, como el de Oriente y el protestante, pero los cismáticos nunca dejaron de considerarse cristianos y constituyen partes de lo que llamamos Civilización Occidental. El ateísmo siempre estuvo, pero no toma fuerza hasta la revolución francesa y a partir de ahí, con altibajos, va ganando fuerza hasta llegar a hoy. Por ejemplo, hace unos días leí que en los USA más de la mitad de la población no cree en nada y esto en un país que fue fundado sobre el cristianismo, específicamente.

El ateísmo es algo muy peligroso para una civilización y supongo que es la causa final de su caída. El razonamiento es simple. Si Dios no existe, el pecado tampoco, pues el pecado es la desobediencia a Dios. Y si no existe el pecado, todo está permitido. Y cuando todo está permitido y cada individuo hace lo que quiere, la civilización se derrumba. Al fin y al cabo la civilización no es más que un conjunto de normas, la mayoría no escritas, que permiten a una sociedad funcionar y prosperar.

En estos momentos ya se ha llegado a un porcentaje de ateos muy alto, tanto que la sociedad ha dejado de ser religiosa. En estos momentos, nos manejamos aún por las costumbres, derivadas de la religión, pero cuando los que aún recuerdan esas normas sociales ya no estén, ¿Qué tipo de frenos va a tener el individuo que eviten el caos y el desastre?

Se puede pensar que las leyes gobernarán perfectamente y evitarán que cada cual haga lo que quiera, pero eso ya hemos visto que nunca ha frenado a los delincuentes, ni siquiera con leyes terroríficas y penas terribles. La delincuencia, sobre todo la que tiene poder y dinero, ha campado sin problema. Sólo el convencimiento personal de unas normas morales, derivadas de la religión, evita que impere lo que se ha dado en llamar la "ley de la selva".

Y aquí estamos en los estertores finales de la civilización judeo-cristiana y humanística y esto parece inevitable. No hay más que ver la corrupción generalizada en las costumbres y no sólo de los que mandan, que es algo que ha existido siempre. La diferencia es que ahora, es cosa generalizada.

Y si quiero pecar sin problemas de conciencia, que es algo que tenemos independiente de la religión, aunque sea la religión la que la ha definido, lo mejor es eliminar a Dios y entonces el pecado desaparece. Conozco algunos casos que se declaran ateos para poder hacer lo que quieran, por ejemplo robar a manos llenas el dinero público.

La señal de que el final de nuestro mundo está próximo es que la corrupción se ha extendido a todos los sectores de la sociedad y cuando se pierden los valores, la civilización está condenada.

Vanlop

- -
Viernes, 9 de Abril 2021
Artículo leído 1176 veces

También en esta sección: