Puede que el domingo próximo, cuando los españoles indignados se concentren en la plaza de Colon, se aclare la situación y esos barones socialistas que en privado se declaran indignados por la política de Sánchez den por fin un paso adelante y sean lo bastante decentes, valientes y españoles para frenar al presidente.
La manifestación de la furia contra Sánchez, convocada por el PP y Ciudadanos el domingo próximo, en la plaza de Colon, en Madrid, a la que se ha adherido VOX, promete ser una de las más multitudinarias en la historia moderna de España, si los políticos consiguen mover a los millones de españoles que están hartos de las traiciones y cobardías de Pedro Sánchez, el peor presidente de un gobierno de España en tres siglos y tal vez el más traidor desde los tiempos del rey Don Rodrigo, cuando el monarca visigodo fue traicionado por españoles partidarios de la invasión musulmana y derrotado en la batalla del Guadalete.
La gota que colma el vaso, que ya estaba a rebosar de iniquidades y desvergüenzas, ha sido aceptar un "relator" para coordinar el diálogo en Cataluña, un gesto cargado de traición que cualquier observador solvente interpreta como introducir un intermediario entre dos estados iguales y en conflicto, toda una humillación para España y una traición contra la nación, a juicio de millones de españoles.
Por fin se ha levantado la veda contra el político más anti español de la historia moderna de España. Son demasiados los españoles que han decidido ya estallar y lanzarse a las calles para expulsar a Sánchez de un poder que no merece ostentar.
El “Dúo repugnante”, integrado por Pedro Sánchez y Quim Torra, ha llegado demasiado lejos y ha saturado a España de asco y vergüenza. Ahora solo queda una salida: la rebelión cívica contra el dirigente inicuo.
El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha arremetido este miércoles contra el "desatino" por parte del Gobierno de entrar a negociar la figura de un relator para el diálogo entre partidos sobre Cataluña, porque supone equiparar a España con países en conflicto como pueda ser Yemen, que lleva años en guerra.
Son millones los españoles que creen que Sánchez se merece una bofetada seca por sus traiciones, un golpe que le obligue a abrir las urnas de una vez y le convenza de que sólo es un pobre diablo acabado. Quizás el domingo quede claro que las encuestas del CIS son una patraña y que Sánchez, en lugar de ser el ganador de unas hipotéticas elecciones, es sólo un monigote desarbolado y despreciado por su pueblo.
El líder popular, Pablo Casado, ha asegurado que no descarta incluso buscar una moción de censura, aunque solo la planteará si reúne los apoyos necesarios.
A los socialistas se les está cayendo España encima, pero no reaccionan ante los desmanes, abusos y traiciones de su líder. Temerosos y con miedo a sublevarse ante el apoyo que Sanchez puede tener en las bases socialistas, los barones están paralizados y no reaccionan ante las desgracias que se le avecinan, ni siquiera ante el vaticinio, cada día más sólido, de que el PSOE morderá el polvo en las próximas elecciones. España está tomando nota y les hará pagar lo que están haciendo. Ahora no se limitarán a culpar al inicuo Pedro, sino que la maldición y el castigo caerá sobre todo el socialismo español entero y quizás alcance también a la totalidad de la izquierda.
La situación es tan grave que el líder del PP, Pablo Casado, ha pedido a los barones socialistas Page, Lambán y Vara "ayuda para echar al okupa de La Moncloa". Por su parte, Albert Rivera, lider de Ciudadanos, ha sentenciado: "Hay que echar a Pedro Sánchez" y pide crear "un frente cívico" contra el presidente socialista.
¿Dónde está ahora la derrotada Susana, teórica defensora del constitucionalismo y adversaria de Sánchez para liderar al PSOE y dónde está aquel amor a España que exhibían los socialistas en el pasado? Ahora solo se les ve cobardía y sometimiento al loco de la Moncloa.
Lo del líder del PP suena a declaración de guerra. Ha lanzado duras descalificaciones contra Sánchez, al que considera un "presidente ilegítimo por pactar con golpistas y dejarse chantajear por quienes quieren romper España". En un acto de su partido en Cuenca, ha descrito al socialista como "mediocre", "indigno", "el mayor traidor", "felón", "ególatra", "mentiroso compulsivo" y ha llamado a la movilización ciudadana. "Lo intentamos por las buenas", ha dicho, refiriéndose a su última conversación, el pasado agosto, en La Moncloa, cuando pidió a Sánchez que aplicara el 155 en Cataluña. Ahora, sugirió, lo harán por las malas.
Por su parte, Santiago Abascal, al sumar a sus seguidores, cada día más numerosos, a la manifestación, garantiza que será masiva. Poco antes de la convocatoria daba un paso adelante y pidió llevar a Sánchez ante la Justicia por traición a España y a la Constitución: “Hay que aplicarle el Código Penal”, dijo.
Francisco Rubiales
La manifestación de la furia contra Sánchez, convocada por el PP y Ciudadanos el domingo próximo, en la plaza de Colon, en Madrid, a la que se ha adherido VOX, promete ser una de las más multitudinarias en la historia moderna de España, si los políticos consiguen mover a los millones de españoles que están hartos de las traiciones y cobardías de Pedro Sánchez, el peor presidente de un gobierno de España en tres siglos y tal vez el más traidor desde los tiempos del rey Don Rodrigo, cuando el monarca visigodo fue traicionado por españoles partidarios de la invasión musulmana y derrotado en la batalla del Guadalete.
La gota que colma el vaso, que ya estaba a rebosar de iniquidades y desvergüenzas, ha sido aceptar un "relator" para coordinar el diálogo en Cataluña, un gesto cargado de traición que cualquier observador solvente interpreta como introducir un intermediario entre dos estados iguales y en conflicto, toda una humillación para España y una traición contra la nación, a juicio de millones de españoles.
Por fin se ha levantado la veda contra el político más anti español de la historia moderna de España. Son demasiados los españoles que han decidido ya estallar y lanzarse a las calles para expulsar a Sánchez de un poder que no merece ostentar.
El “Dúo repugnante”, integrado por Pedro Sánchez y Quim Torra, ha llegado demasiado lejos y ha saturado a España de asco y vergüenza. Ahora solo queda una salida: la rebelión cívica contra el dirigente inicuo.
El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha arremetido este miércoles contra el "desatino" por parte del Gobierno de entrar a negociar la figura de un relator para el diálogo entre partidos sobre Cataluña, porque supone equiparar a España con países en conflicto como pueda ser Yemen, que lleva años en guerra.
Son millones los españoles que creen que Sánchez se merece una bofetada seca por sus traiciones, un golpe que le obligue a abrir las urnas de una vez y le convenza de que sólo es un pobre diablo acabado. Quizás el domingo quede claro que las encuestas del CIS son una patraña y que Sánchez, en lugar de ser el ganador de unas hipotéticas elecciones, es sólo un monigote desarbolado y despreciado por su pueblo.
El líder popular, Pablo Casado, ha asegurado que no descarta incluso buscar una moción de censura, aunque solo la planteará si reúne los apoyos necesarios.
A los socialistas se les está cayendo España encima, pero no reaccionan ante los desmanes, abusos y traiciones de su líder. Temerosos y con miedo a sublevarse ante el apoyo que Sanchez puede tener en las bases socialistas, los barones están paralizados y no reaccionan ante las desgracias que se le avecinan, ni siquiera ante el vaticinio, cada día más sólido, de que el PSOE morderá el polvo en las próximas elecciones. España está tomando nota y les hará pagar lo que están haciendo. Ahora no se limitarán a culpar al inicuo Pedro, sino que la maldición y el castigo caerá sobre todo el socialismo español entero y quizás alcance también a la totalidad de la izquierda.
La situación es tan grave que el líder del PP, Pablo Casado, ha pedido a los barones socialistas Page, Lambán y Vara "ayuda para echar al okupa de La Moncloa". Por su parte, Albert Rivera, lider de Ciudadanos, ha sentenciado: "Hay que echar a Pedro Sánchez" y pide crear "un frente cívico" contra el presidente socialista.
¿Dónde está ahora la derrotada Susana, teórica defensora del constitucionalismo y adversaria de Sánchez para liderar al PSOE y dónde está aquel amor a España que exhibían los socialistas en el pasado? Ahora solo se les ve cobardía y sometimiento al loco de la Moncloa.
Lo del líder del PP suena a declaración de guerra. Ha lanzado duras descalificaciones contra Sánchez, al que considera un "presidente ilegítimo por pactar con golpistas y dejarse chantajear por quienes quieren romper España". En un acto de su partido en Cuenca, ha descrito al socialista como "mediocre", "indigno", "el mayor traidor", "felón", "ególatra", "mentiroso compulsivo" y ha llamado a la movilización ciudadana. "Lo intentamos por las buenas", ha dicho, refiriéndose a su última conversación, el pasado agosto, en La Moncloa, cuando pidió a Sánchez que aplicara el 155 en Cataluña. Ahora, sugirió, lo harán por las malas.
Por su parte, Santiago Abascal, al sumar a sus seguidores, cada día más numerosos, a la manifestación, garantiza que será masiva. Poco antes de la convocatoria daba un paso adelante y pidió llevar a Sánchez ante la Justicia por traición a España y a la Constitución: “Hay que aplicarle el Código Penal”, dijo.
Francisco Rubiales