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Desde que murió Franco, España retrocede



Franco, sin apenas cobrar impuestos, hizo de España un país próspero, de propietarios con viviendas y la novena potencia industrial del mundo; el PSOE, cobrando impuestos abusivos y recibiendo ríos de ayudas europeas, nos ha empobrecido, ha llenado España de delincuentes y ha logrado que los jóvenes ni siquiera pueden formar familia propia.

Con Franco, la gente se sentía segura y dormía con las puertas de sus hogares abiertas; bajo el PSOE, el miedo a la delincuencia deteriora la convivencia y la vida de los españoles. El fracaso del socialismo sanchista es morrocotudo.

Franco transformó España, que era un país asolado por la guerra civil y hambriento, en la novena potencia industrial del mundo, pero tras su muerte los falsos demócratas corruptos han desindustrializado el país, lo han empobrecido, aislado y hecho irrelevante.

El fracaso del PSOE, el PP y sus aliados golpistas y ex terroristas de Cataluña y el país Vasco es estruendoso, a pesar de que estos imbéciles, torpes y corruptos, saquen pecho y alardeen de ser buenos gobernantes.
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El Rey sonrie y se siente a gusto con el peor presidente de gobierno de la Historia moderna de España
El mayor logro de los falsos demócratas españoles del postfranquismo es haber hecho de los españoles, famosos por su bravura en el pasado, un pueblo de cobardes castrados, capaces de soportar manadas de políticos en el poder, corruptos, arbitrarios y mendaces, que merecen ser juzgados por traición, abuso, robo y corrupción suprema.

Para calibrar la enormidad del deterioro español basta con saber que las dos organizaciones más delictivas del país, después de la organización terrorista ETA, ya desactivada, son los dos partidos que han gobernado España en las últimas décadas, el PSOE y el PP, tanto por el número de delitos cometidos como por el de miembros juzgados y condenados.

Por su parte, el Rey Felipe VI, ha deteriorado la Corona y perdido gran parte del apoyo popular por su proximidad al mundo corrupto de Pedro Sánchez y su sometimiento a un gobierno que es, seguramente, el más corrupto de Europa y uno de los más decadentes e injustos del planeta.

Han transcurrido 50 años desde la muerte de Franco y el dictador es hoy más popular que cuando gobernaba España. La bajeza y el fracaso de los falsos demócratas que han gobernado desde 1975 han convertido al general vencedor de la Guerra Civil en un héroe añorado por millones de españoles, sobre todo por los que sufren la delincuencia en las calles, los que han sido arruinados por los impuestos, los desempleados, los precarios y los que ni siquiera pueden pagar el alquiler de una vivienda.

Han desmontado la grandeza de aquella España de Franco pieza por pieza: la industria pujante, el empleo bien remunerado, el progreso, el crecimiento espectacular de la economía, la fuerza de las clases medias, la abundancia de viviendas, la capacidad de ahorrar de los ciudadanos, el reconocimiento del mundo, la fortaleza de la Hispanidad (Comunidad Iberoamericana de Naciones) y el peso y respeto de España en los grandes foros de Occidente.

Los falsos demócratas que han gobernado España en las últimas décadas han gastado ingentes cantidades de dinero en propaganda para imponer sus mentiras, pero han fracasado en ese intento porque ellos cada día acumulan más rechazo y desprecio, mientras que el franquismo resucita y es admirado y añorado por millones de españoles.

El fracaso del PSOE y el PP es todavía más estruendoso si se tiene en cuenta que han contado con enormes masas de dinero procedente de las ayudas europeas y,sobre todo, del endeudamiento del país y de los impuestos más desproporcionados y abusivos de toda Europa.

La españa de Pedro Sánchez es líder europeo en blanqueo de dinero, mafias establecidas, crecimiento del narcotráfico, trata de blancas, tráfico y consumo de drogas, deterioro de la convivencia, crecimiento de la delincuencia, destrucción de las clases medias, desempleo, falta de viviendas y otras muchas lacras, entre ellas que los jóvenes emigran al extranjero en masa porque no encuentran empleos bien remunerados ni pueden independizarse de sus padres.

España también es líder mundial en corrupción y en rechazo ciudadano a sus dirigentes políticos. El divorcio entre el pueblo y sus administradores es brutal y récord no sólo en Europa sino en casi todo el planeta.

El déficit ético de la clase política española es terrible y sobrecogedor. El actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, tiene imputados por la Justicia a su esposa, a su hermano, a su fiscal general y a los últimos dos secretarios de organización del partido socialista, todo un asqueroso ejemplo para la sociedad que debería haber causado la dimisión de Pedro Sánchez hace muchos años.

España es un país que molesta a sus aliados, que ha perdido la confianza de sus socios y que carece de influencia y peso en el mundo, todo por una clase política fracasada y carente de ejemplaridad y ética, que es frecuentemente abucheada y pitada por su pueblo.

El panorama real de la España actual es lamentable y de una tristeza sobrecogedora, pero sólo es visible para los que se escapan del odio, el fanatismo y la influencia negativa y mentirosa de las televisiones y del periodismo comprado por el poder, auténticas fábricas de mentiras y de silencios que ocultan el fracaso del poder político.

Francisco Rubiales

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Sábado, 27 de Septiembre 2025
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