Información y Opinión

Decencia e indecencia política





El gobierno español tiene hoy la oportunidad de demostrar su decencia en Baracaldo, controlando a la filoterrorista e ilegalizada Batasuna, al menos con la misma contundencia policial que empleó para sacar de la pacífica Salamanca los documentos del archivo histórico que reclamaban los nacionalistas catalanes, socios del PSOE en el gobierno.

Mas de cien policías especialmente entrenados para reprimir disturbios violentos fueron enviados a Salamanca para realizar a toda prisa un traslado de documentos al que se oponía la ciudad y buena parte de la opinión pública española, a pesar de que el asunto estaba "sub iudice", admitido a trámite por el Tribunal Constitucional.

Si el Gobierno no emplea hoy una contundencia similar contra los socios de la banda terrorista, si, como muchos nos tememos, hace la vista gorda y tolera la manifestación pública que prepara Batasuna, a pesar de haber sido prohibida expresamente por una sentencia de la Audiencia Nacional, entonces exhibirá uno de los rasgos más notables de la indecencia política, la que practican los gobiernos que son fuertes con los débiles y débiles con los fuertes.

Robin Hood era ilegal, pero tenía algo de decencia porque robaba a los ricos y repartía el botín entre los pobres. El Sherif vivía, quizás, en la legalidad, pero era indecente porque era permisivo y blando con los poderosos y fuerte y represivo con los débiles.





Franky  
Sábado, 21 de Enero 2006
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