Información y Opinión

Cáritas está desbordada por los estragos de la crisis





La crisis comienza a causar estragos entre la población más débil. Cáritas, la principal entidad de la Iglesia Católica española para la ayuda a los necesitados, también está en crisis. Está desbordada por el alud de peticiones de auxilio de familias necesitadas. El incremento de peticiones de ayuda se ha triplicado, en el mejor de los casos, pero en algunas diócesis se ha multiplicado hasta por siete con respecto a la situación de hace un año y sigue creciendo de manera exponencial.

El presidente de Cáritas Diocesana de Gerona ha declarado a los medios de comunicación que "la entidad está desbordada por el alud de personas que diariamente acuden a la sede pidiendo productos de primera necesidad para poder comer". Y agrega: "La situación se está volviendo insostenible".

Todos los responsables de Cáritas consultados por Voto en Blanco advierten que "el año que viene será todavía peor".

En Cáritas sorprende un fenómeno nuevo que nunca antes habían observado y que, según dicen, es sobrecogedor. Muchas personas bien vestidas y que vivían hasta hace pocos meses de manera próspera, están desesperadas porque ya no les llega el sueldo. Muchos dicen que con un único sueldo deben vivir la familia y los hijos que se habían independizado, ahora en el desempleo. A la mayoría de esos nuevos pobres, producto de la crisis, les cuesta trabajo pedir ayuda y se averguenzan de su recién estrenada pobreza.

Hasta hace poco tiempo la mayoría de las peticiones a Cáritas procedían de gente extranjera sin papeles, pero ahora se observa un descenso de estos colectivos para dar paso a españoles que no tienen trabajo, que no pueden pagar la hipoteca o que no tienen nada para comer.

En Cáritas de Sevilla nos presentan un panorama sobrecogedor: "está llegando gente a la que no podemos ayudar porque su problema no es coyuntural, sino permanente, gente que no puede pagar su hipoteca y que teme que le expropien la vivienda, gente que no tiene dinero para comprar alimentos, gente que nos pide trabajo, etc.. La misión de Cáritas, hasta ahora, se centraba en solucionar problemas coyunturales que podían resolverse en poco tiempo, pero los que hoy nos traen son más desesperantes porque no tienen salida a corto plazo".

Numerosos responsables de Cáritas alegan, con razón, que están realizando una labor que debería ser sumida por las administraciones o por algunas de las numerosas ONGs semioficiales que reciben subvenciones millonarias. "La realidad constata que los necesitados confian, sobre todo, en Cáritas, una entidad de la Iglesia española a la que el gobierno le ha negado frecuentemente ayudas.


   
Martes, 21 de Octubre 2008
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