Colaboraciones

CUANDO LA OPA ESTÁ HASTA EN LA SOPA





Traga leyendo, devora viendo y rumia meditando ”.

Baltasar Gracián


Si José Luis Rodríguez Zapatero, actual presidente del Gobierno de la Nación, una vez haya cubierto o cumplido su primer mandato, pretende, espera y aspira a seguir ostentando el poder, o sea, a continuar siendo el máximo responsable y mandamás del Gabinete otros cuatro años más (anhelo que, tal vez, por presunta moderada ambición del sujeto, no entre en sus cálculos ni quepa hallar entre sus impulsos más desbocados, puesto que al tal ya lo logró domeñar, hasta reprimirlo o anularlo del todo), pues, supuestamente, ahora mismo, lo que más le pone, peta y apetece al susodicho es encabezar la lista electoral del PSOE por Madrid y volver a ganar los comicios generales de 2008 (si no los adelanta antes), debe plantearse y reflexionar acerca de si el respaldo que él y su Ejecutivo tienen intención y están dispuestos a dar a la OPA hostil de Gas Natural contra Endesa beneficia o perjudica seriamente sus lógicas aspiraciones y deseos de ser reelegido por los españoles para dirigir los destinos de este país otro cuatrienio.

Anteayer José Luis Rodríguez Zapatero vino a soltar por su mui la muy demagógica perla de que sería bueno para España tener empresas energéticas “fuertes, poderosas, competitivas”. Al parecer, el informe no vinculante (es cierto) del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), contrario a la mentada y lamentable (por el daño resultante, corolario y correlato de los precedentes, trampantojos, subterfugios y desengaños) OPA, no será tenido en consideración ni tomado en cuenta.

Bueno; pues dar el plácet o el níhil óbstat a la operación no casa (ni mucho ni poco ni nada –de nada-), no matrimonia ni machihembra (ni bien ni mal) con la razón que adujo y dijo luego de que el Gobierno adoptará la decisión que más beneficie a los ciudadanos, los usuarios. Y es que, según ve el menda lerenda la jugada, el estado de las cosas hodiernas, el interés general actual no es otro que éste, que exista el mayor número de opciones o varillas posibles, esto es, que haya el más amplio abanico de posibilidades donde elegir, porque la conjunción de estos dos factores, el pluralismo y la competencia entre ellas, generará más libertad; y ésta, a su vez, redundará en una mayor eficacia empresarial y un menor coste para los consumidores.

“Otramotro”, dado su natural contra esto y contra aquello, contra todo y contra todos, también es contrario a la OPA. Hoy, incluso, le ha dado por parafrasear el epitafio que Rainer María Rilke escribió para su tumba y que, tras unos leves retoques, ha quedado esta guisa: “OPA, pura contradicción; voluptuosidad de no ser más que el sueño de unos pocos, bajo tantos párpados opuestos”. Y es que él, como es muy suyo, sólo concibe escribir sobre lo que le divierte; sólo consigue divertirse si se interesa; sólo le interesa Teresa. En el caso que nos ocupa, la competentísima vicepresidenta primera del Gobierno de la Nación, doña María Teresa Fernández de la Vega. Ojalá me crea; pero, por favor, que no se lo crea.


Ángel Sáez García


Franky  
Domingo, 15 de Enero 2006
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