En la actualidad, la mayoría de los españoles se aprietan el cinturón y, en vez de comprar, se dedican a vender. En cambio, los vendedores de inmobiliarias abandonan sus ventas de viviendas y se dedican a comprar. Ahora no compran tierras, ni solares, ni casas en ruina; ahora compran oro. Es no perder la oportunidad de hacer negocio y ganar la partida como sea. Se reviste de favor para sacar a los pobres de la necesidad, pero supone, al mismo tiempo, un negocio formidable para los que se dedican a su compraventa. Una cadena que se autotitula “Líder en España en la compra de oro y plata” asegura el mejor precio del mercado y ofrece tiendas por todo el país, y la recogida a domicilio gratuita y sin compromiso.
Recuerdo que en la posguerra existían los “Montes de Piedad”. Eran una especie de “casas de socorro”, que recogían las joyas y objetos de valor de los pobres, con la correspondiente gravación, si se querían recuperar. Muchas personas enterraron sus joyas en estos centros, para salir de los apuros, pero no las pudieron recuperar.. Cambiar un objeto de valor por unas monedas era fácil, pero recuperarlo era difícil; un negocio similar al de los prestamistas, porque abusaban de los más pobres.
El oro ha sido siempre el metal precioso símbolo de la riqueza. Si vas a comprar un anillo o una joya, tienes que preparar la cartera , porque el oro se traga los euros en un salto. Pero si vas a vender oro, tienes que reunir todas tus románticas joyas para recoger unos euros. Las crisis son la hora del oro. Cualquier obra en oro te cuesta un dineral porque tienes que pagar la materia y la forma. Pero si vendes una joya, por bella que sea, te compran la materia, pero no te pagan la forma, aunque sea una obra de arte.
¿Dónde está el valor del oro? El oro es un elemento metálico de color amarillo y hermoso brillo. Su símbolo es Au (Aurum), su número atómico 79 y su peso atómico 197,0. Es muy dúctil y maleable y puede reducirse a láminas finísimas de espesor. Es buen conductor de la electricidad, poco activo químicamente, inatacable por el aire o los ácidos. Sólo se disuelve en agua regia y en soluciones de cianuros de potasio y sodio. Se encuentra nativo o en aleación con otros metales, en vetas de cuarzo o en depósitos aluviales. Es el metal más estimado desde la antigüedad. Para corregir su blandura, se liga con cobre o cinc (quilates).
Desprenderse del oro que nos han regalado supone una humillación, una especie de traición al amado o a la amada, aunque se da por supuesto que la única razón es la necesidad. Su valor está en ser el soporte de las divisas, de tal manera que éstas suben o bajan según lo haga el oro. Pero es que es, al mismo tiempo, el enemigo de Dios. “No se puede servir a Dios y al dinero”.
JUAN. LEIVA
Recuerdo que en la posguerra existían los “Montes de Piedad”. Eran una especie de “casas de socorro”, que recogían las joyas y objetos de valor de los pobres, con la correspondiente gravación, si se querían recuperar. Muchas personas enterraron sus joyas en estos centros, para salir de los apuros, pero no las pudieron recuperar.. Cambiar un objeto de valor por unas monedas era fácil, pero recuperarlo era difícil; un negocio similar al de los prestamistas, porque abusaban de los más pobres.
El oro ha sido siempre el metal precioso símbolo de la riqueza. Si vas a comprar un anillo o una joya, tienes que preparar la cartera , porque el oro se traga los euros en un salto. Pero si vas a vender oro, tienes que reunir todas tus románticas joyas para recoger unos euros. Las crisis son la hora del oro. Cualquier obra en oro te cuesta un dineral porque tienes que pagar la materia y la forma. Pero si vendes una joya, por bella que sea, te compran la materia, pero no te pagan la forma, aunque sea una obra de arte.
¿Dónde está el valor del oro? El oro es un elemento metálico de color amarillo y hermoso brillo. Su símbolo es Au (Aurum), su número atómico 79 y su peso atómico 197,0. Es muy dúctil y maleable y puede reducirse a láminas finísimas de espesor. Es buen conductor de la electricidad, poco activo químicamente, inatacable por el aire o los ácidos. Sólo se disuelve en agua regia y en soluciones de cianuros de potasio y sodio. Se encuentra nativo o en aleación con otros metales, en vetas de cuarzo o en depósitos aluviales. Es el metal más estimado desde la antigüedad. Para corregir su blandura, se liga con cobre o cinc (quilates).
Desprenderse del oro que nos han regalado supone una humillación, una especie de traición al amado o a la amada, aunque se da por supuesto que la única razón es la necesidad. Su valor está en ser el soporte de las divisas, de tal manera que éstas suben o bajan según lo haga el oro. Pero es que es, al mismo tiempo, el enemigo de Dios. “No se puede servir a Dios y al dinero”.
JUAN. LEIVA