Información y Opinión

Ave Zapatero, morituri te salutant



"Salve Zapatero, los que van a morir te saludan"



El presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se niega a admitir algo tan obvio como su responsabilidad en los futuros atentados y asesinatos de ETA, tras la ruptura de la tregua. Cuando, en su reciente entrevista televisiva, Iñaki Gabilondo le apuntó que sería responsabilizado de esas muertes, con rostro conpungido y aparentemente indignado, como si responsabilizarle fuese una gran injusticia, Zapatero dijo "Hasta ahí podíamos llegar".

Y, sin embargo, los que van a morir víctimas de ETA ya le están gritando ese terrible "Ave Zapatero, morituri te selutant" (Salve Zapatero, los que van a morir te saludan), como hacían ante el emperador los gladiadores que se enfrentaban a muerte en el circo de Roma, porque su responsabilidad ante esas muertes es doble, una como presidente del gobierno, cargo que le hace responsable de lo bueno y de lo malo que ocurra en el país que le ha entregado las riendas del poder, y otra, mas intensa, como artífice de una política concreta que ha revitalizado a los terroristas, que estaban acosados y al borde de la derrota cuando él llegó al poder, con su financiación cortada, fuera de las instituciones, sin voluntarios que sustituyeran a los detenidos, con los presos casi rebelados y expulsados como parias de los foros internacionales.

Pero Zapatero, personalmente, los ha revitalizado, los ha convertido en interlocutores de un gobierno presuntamente democrático, ha puesto a la justicia a su servicio, ha mejorado la situación de los presos, los ha presentado en el Parlamento Europeo como "gente de paz", los ha devuelto a las instituciones, les ha permitido reorganizarse, rearmarse, refinanciarse con dinero público, remozar sus filas y, lo que es todavía más grave, les ha devuelto la moral de victoria, mientras despreciaba, visible y públicamente, a sus víctimas.

Es obvio que el principal responsable de los futuros asesinatos, si se produjeran, sería la propia ETA, pero Zapatero tendría la nada despreciable responsabilidad especial de haber insuflado vida y moral a la bestia asesina, dotándola de la fuerza necesaria para que asesine más y mejor, con el agravante de que no obtuvo nada a cambio de sus concesiones y de las humillaciones del Estado, realizadas, para mayor escarnio de la democracia, seguramente, en contra de la opinión mayoritaria de la sociedad española, una parte importante de la cual ha salido masivamente a la calle, en varias ocasiones, para rechazar precisamente la política de concesiones a los terroristas.


   
Domingo, 10 de Junio 2007
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