Información y Opinión

Arenas no consigue noquear a Chaves





Chaves y Arenas, candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía por el PSOE y el PP, respectivamente, se enfrentaron en la noche del domingo en un "cara a cara" tenso y áspero, emitido por Canal Sur, del que Arenas surgió como vencedor por puntos, lo que, en términos reales, significó una derrota del dirigente popular, necesitado de una victoria contundente y clamorosa frenta un Chaves que se presenta ante las urnas como ganador, pese a su agudo y desespertante agotamiento.

La ventaja del PSOE y de su candidato, Manuel Chaves, era tanta que Arenas necesitaba una victoria rotunda para aspirar a torcer el inexorable destino que le lleva a la derrota. Logró acorralar al viejo presidente de la Junta de Andalucía, que lleva casi 20 años mandando, pero no logró rematarle. Chaves estaba cansado y sin ideas, pero exhibió el oficio adquirido durante dos décadas en el poder y se comportó como un fajador correoso, difícil de tumbar. Las duras acusaciones que presentaban a Andalucía como una región atrasada, de pulso débil, con una educación lamentable, plagada de mentiras e incumplimientos de promesas políticas y sin otro horizonte que el dominio de la clase política sobre una ciudadanía escuálida no servían de nada ante un Manuel Chaves que parecía acorazado ante los dardos lanzados por un dirigente con escasa credibilidad más que comprobada.

A los andaluces les espera su triste destino de "más de lo mismo", lo que equivale a más años de mandato socialista, más vida para un régimen cuyas grandes líneas de´"éxito" son precisamente las que desaconseja el verdadero progreso: el clientelismo político, los altos impuestos, la hipertrofia de lo público, la propaganda agobiante y el control casi absoluto de la información y la opinión.

Del frustrante y mediocre debate de anoche emerge una Andalucía agobiada por el peso de un poder político dominante que, paradójicamente, exhibe un encefalograma casi plano y condenada a seguir en la cola de España y Europa durante otra legislatura.

Entre las numerosas causas del "mal andaluz" destacan dos: la eficacia del clientelismo político generado por el PSOE durante su mandato hegemónico y la debilidad eterna de una oposición de derecha que, incapaz de provocar el cambio y de entusiasmar a los andaluces con sus propuestas, parece ya acostumbrada a perder.


   
Lunes, 3 de Marzo 2008
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