Información y Opinión

AGRESIONES AL PARTIDO POPULAR





Las agresiones a líderes del Partido Popular en Cataluña son exactamente una asquerosidad. “No eran moros radicales fundamentalistas de Hezbolah, dice un lector, eran hijos del seny actual de la pobre Cataluña... no vaya usted, de allí huya. Eran socialistas, del partido socialista. !!Es y será un grupo de Mamarrachos!! Sectarios con el cerebro lavado y carcomido por intereses desvergonzados”. Son tan fatuos que usan el inglés en el cartel SPAIN... para, desnaturalizados, renegar de sus sacrosantas raíces hispanas y románicas. Son tan ignorantes que creen poder rescribir la historia, negando lo que rechazan.

Han convertido la grosera práctica en monotonía; fue la visita de Rajoy a Hospitalet, luego las agresiones en mítines de Granollers y Mataró, y, ahora, en Martorell. La Prensa en sus editoriales condena, con ciertos matices, el ataque instado primordialmente por hijos señalados de las Juventudes Socialistas de Cataluña. ABC coloca el germen en el pacto rubricado por políticos catalanes para aislar “democráticamente” al PP. Y explica, que el empeño de mostrarlo, como «enemigo de Cataluña», se refleja en sectores dispuestos a pasar de las gravísimas palabras a la violencia.Tales actos muestran que los discursos políticos instigadores de marginar al PP, de calificar de anticatalanes a los discrepantes del régimen nacionalista, de condenar, pero justificar las agresiones, calan en los extremistas. El Mundo señala que cualquier excusa es válida para atentar contra la identidad y la libertad de expresión y el mensaje de que el PP es un enemigo de Cataluña ha calado en esta comunidad, al punto que ha sido aislado por el resto de partidos con mucho más ahínco del que se ha puesto en la condena de sus agresores.

Coinciden los editoriales, al señalar la grave responsabilidad del PSC en esos actos, que, a pesar de las expulsiones y de esas condenas que suenan huecas, ha causado un daño grave y estructural a la convivencia política en Cataluña, desde que el socialismo se alió con el nacionalismo más extremista, para impulsar un proceso de limpieza ideológica en la sociedad catalana, centrado en la expulsión del PP de la vida política; y, por eso, culpan al PP de la violencia que ellos suscitan.

Y El País de Polanco, muy complaciente con Montilla, afirma que la depuración de responsabilidades es un avance del PSC; y añade que el PP no es un partido fascista, ni de extrema derecha; habrá personas en su seno que lo sean, e incluso será fácil identificar actitudes o actuaciones concretas que sean antidemocráticas. Sin embargo, lo mismo podría decirse de actitudes y actuaciones concretas de otros partidos en los últimos años.

Estos hombrecillos del talante, plegándose a la antigualla de IU, han renegado del socialismo y, reeditando el Frente Popular, han arruinado la democracia, la concordia y el concepto de Nación. El virus del fascismo nacionalista que, en Cataluña, agrede e impide el uso de la palabra y, en Vasconia, asesina por pensar de modo diferente, es una infección destructiva. Ante esta situación y estás imágenes, nadie querrá saber de España, nadie vendrá con su empresa ni fábrica. El daño ya está hecho, se recogen los frutos de la transferencia de Educación y las TV a las CC. AA., espacios dedicados a inculcar su ideario, su clientelismo y la "cizaña".


Cicerón

Franky  
Domingo, 15 de Octubre 2006
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